Como cada semana, sigo recibiendo tus dudas e inquietudes para apoyarte como psicoterapeuta y sexóloga.

Pregunta: Buenos días, Rocío. Me llamo Sandy, tengo 28 años, llevo cuatro años de relación con mi pareja y dos viviendo juntos. Al principio nos acoplamos de maravilla sexualmente y teníamos sexo hasta dos veces por día, ¡era fantástico! En ese entonces, los dos estudiábamos, pero actualmente ambos tenemos trabajos muy demandantes, casi no nos vemos y cuando estamos juntos, nos la pasamos revisando cada quien su celular.

Hace como un año, comencé a dejar de sentir interés sexual por mi pareja, al principio sólo le decía que estaba muy cansada y estresada, pero poco a poco me di cuenta que ya no me excitaba tener sexo con él. Eso empezó a crear un conflicto conmigo misma y comencé a preguntarme: “¿Ya no lo quiero?”, “¿ya no lo deseo?”, “¿qué está pasando con nosotros?”

Estoy muy confundida, creo que sí lo amo, pero  no sé cómo decirle que no quiero tener sexo. Él también está muy confundido, siente que ya no lo amo y que como resultado, ya no quiero ir a la cama con él; muchas veces me he obligado a tener relaciones sexuales, pero luego me siento peor al fingir que siento placer. No quiero seguir engañándolo. Gracias de antemano por su ayuda.

Respuesta: Hola Sandy, gracias por la confianza. Hay muchos factores que pueden estar afectando tu ausencia de deseo. Como la falta de creatividad en la vida erótica, la rutina y el poco tiempo dedicado específicamente para la pareja. Por ejemplo, podrían preguntarse: ¿cuántas horas al día se dedican como pareja cuando están solos?

Por lo que me cuentas, ustedes casi ya no se ven y eso está afectando su vida erótica y su sexualidad. La diferencia entre el sexo y sexualidad es la siguiente: El sexo es carnal y genera placer con el coito y la penetración.

Por otra parte, la sexualidad va más allá, pues es un intercambio de energía, palabras, miradas y gestos; es acariciarse la mano, tocar piel con piel, robarle un beso, ir tomados de la mano a cualquier parte.

Mucha gente se olvida de su sexualidad pero no del sexo, y la sexualidad es la puerta principal para llegar al sexo;  lo incluye todo y puede activar esa armonía que tiene que ver con el placer, es el trascender. Con la sexualidad estás dando lo mejor de ti, no sólo lo carnal, sino también lo más importante, que es afecto, amor y espíritu.

Cada vez es más común que las parejas dejen a un lado el demostrar su afecto.  Nos olvidamos de mirarnos a los ojos, salir a cenar, tomar una copa para estar los dos solos y de hablar de la pareja y no del trabajo, ni de las deudas, para compartir cómo nos sentimos y acerca de lo que podemos hacer diferente. Es de suma importancia platicar de lo que te está pasando con tu pareja, Sandy, no te sientas culpable, en estos casos los dos son responsables de lo que les pasa.

Desgraciadamente, los jóvenes tienen menos relaciones que nuestros abuelos y las nuevas tecnologías están influyendo mucho para esto, antes existían tabúes respecto a la sexualidad, pero las parejas se encontraban dentro de sus casas y no había una televisión, una computadora o un celular que los separara; se metían juntos a la cama y había tiempo de reposo y conversación. Esos tiempos no eran perfectos, pero había un lugar común y encuentro de pareja.

Hay que trabajar la relación, es una total mentira pensar que cuando dos se aman, todo fluye adecuadamente. A la pareja hay que nutrirla, cuestionarla, comprenderla, entenderla, amarla y apreciarla. 
Es necesario que al menos un día a la semana, puedan disfrutar para estar los dos solos, sin nadie más. No pongan ninguna excusa de dinero o tiempo. Si quieren seguir juntos, tendrán que hacer los cambios necesarios para recobrar su sexualidad. El sexo siempre llega de regalo a la pareja que disfruta su sexualidad, desde la mañana con un beso, una caricia y un… “buen día, cariño”.

Intza69@yahoo.com

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