Lo ocurrido en el estadio Corregidora el sábado pasado es sin duda una tragedia, por un lado la negligencia con la que actuaron las autoridades, el Club Querétaro y la Liga Mx antes y durante la batalla campal que ahí se desarrolló es evidente e innegable, y por otro es absolutamente inaceptable el comportamiento, propio de bestias y no de seres humanos, de muchos “barristas” de ambos equipos, pero sobre todo de seguidores de los Gallos Blancos.  Golpear con gran saña a cualquier persona que ya se encuentra tirada en el piso, inconsciente y sin presentar defensa alguna es, además de bajo cobarde y ruin, es un acto de barbarie solo propio de personas enfermas y con el corazón podrido.

Fui testigo de lo que ahí ocurrió —mi lugar estaba en la zona pegada a la denominada “jaula de la porra visitante” y por lo tanto rodeado de muchos seguidores del Atlas— y ahí vi cómo una turba de integrantes de la porra del Querétaro se nos venía encima con claras intenciones de agredir a todas las playeras rojinegras y sin importar si las portaban hombres, mujeres, adultos mayores o menores de edad. Los agresores parecían estar drogados y fuera de sí. Afortunadamente, y por segundos, mi familia y yo logramos salir a tiempo.

Coincido con el Sr. Gobernador Mauricio Kuri en cuanto a sus sentimientos para con la tragedia del Corregidora y con respecto a que es imperativo se esclarezcan los hechos y se finquen todas las responsabilidades por acción u omisión de todos los involucrados, ya sean particulares o funcionarios públicos. Celebro haya señalado que buscará y encontrará a los agresores de tal forma que estos criminales no vuelvan a pisar una calle queretana.

Si lo ocurrido en el estadio me parece muy grave, más grave sería no tomar todas las medidas necesarias para evitar que una tragedia así se repita, en el estadio y en todo lugar donde se concentren muchas personas, y entre las que se encuentra sancionar de manera ejemplar a los responsables. De no llevar hasta sus últimas consecuencias y sancionar severamente a los culpables haría, a las autoridades responsables de procurar e impartir justicia, responsables de la tragedia que pudiera llegar a presentarse en el futuro. Que quede claro: No sancionar hoy los hará cómplices de lo que ocurra mañana

Fuente de los Deseos: Ojalá que todos reflexionemos sobre lo ocurrido y repudiemos la forma en la que seres humanos fueron agredidos. No hay razón ni argumento que justifique la barbarie observada en el Estadio Corregidora el pasado sábado 5 de marzo.

Exsenador de la República

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