La ciencia descubre secretos del pasado: desde la vida de los ancestros, hasta los culpables de crímenes ocurridos hace años.

En 2011, Manuel Araya, chofer de Pablo Neruda, afirmó que el poeta había sido envenenado en la clínica Santa María, de Santiago de Chile, donde se encontraba internado por un cáncer. El premio Nobel de Literatura 1971 pertenecía al Partido Comunista, que presentó una querella para que se abriera una investigación. En febrero de 2023, la doctora chilena Gloria Ramírez, al frente de un panel de expertos, entregó un informe con los resultados de pruebas realizadas por un laboratorio de Canadá y otro de Dinamarca. La conclusión: Neruda fue envenenado con Clostridium botulinum, en septiembre de 1973, doce días después del golpe de estado que derrocó a Salvador Allende.

Augusto Pinochet tenía razones para exterminar a un hombre que tenía influencia en el mundo: no sólo realizó gestiones diplomáticas para recibir en Chile a miles de republicanos españoles (en el barco Winnipeg iban 2,500) sino que levantó la voz contra los tiranos de potencias imperialistas a lo largo de su vida.

Como diplomático, tuvo cargos en muchos países desde muy joven y fue embajador en Francia. En su faceta política, fue senador y precandidato a la presidencia de la república chilena y miembro del Comité Central del Partido Comunista. Viajó por todo el mundo. Vivió en Sri Lanka, Java, Singapur, Buenos Aires, Barcelona, Madrid y México.

Su vida personal es tan interesante como una novela. En la isla de Java, en 1930 se casó con María Antonia Hagenaar, originaria de los Países Bajos. En Madrid, en 1934 esta pareja tuvo una hija llamada Malva Marina Trinidad, quien padeció hidrocefalia y murió en 1943, a los 9 años, mientras Neruda era cónsul general de Chile en México. La escritora Hagar Peeters narró la tragedia de esta niña en su primera novela, titulada Malva, publicada en 2015 en los Países Bajos. Divorciado de Hagenaar, Neruda se casó en 1943 con Delia del Carril, de quien se divorció en 1955. Se casó en 1966 con Matilde Urrutia, con quien vivió hasta su muerte.

Su obra más trascendente es su poesía. Dueño de una voz que supo interpretar los sentimientos humanos, su obra fue traducida a más de treinta idiomas y ha tenido millones de seguidores, que hacen suyos los poemas nerudianos para explicar lo que sienten, su manera de entender el mundo y los laberintos del amor.

Cuando era un adolescente, conoció a Gabriela Mistral, la poeta chilena quien también recibió el Premio Nobel de Literatura. Neruda declaró: “Ella me hizo leer los grandes nombres de la literatura rusa que tanta influencia tuvieron sobre mí”.

El poeta comenzó a publicar en 1923, a los 19 años. Así comienza el Poema 20: “Puedo escribir los versos más tristes esta noche. / Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada, / y tiritan, azules, los astros, a lo lejos». / El viento de la noche gira en el cielo y canta. / Puedo escribir los versos más tristes esta noche. / Yo la quise, y a veces ella también me quiso. / En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. / La besé tantas veces bajo el cielo infinito. / Ella me quiso, a veces yo también la quería. / Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos”.

Sus palabras nos pertenecen, nos explican, son de todos nosotros.

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