Ante la crítica situación financiera, en Gallos Blancos no se augura nada bueno para la siguiente temporada.

Su directiva adeuda salarios del torneo pasado a jugadores, además de que tendrá que pagar una suma millonaria por el tema porcentual, ya que para el torneo venidero difícilmente saldrán de la zona de multas.

Todo consecuencia de los nueve puntos que lograron de 51 posibles, arrastrando los pocos que también sumaron en torneos anteriores.

Además de que sin entradas en tribunas por el veto de cancha por lo sucedido en aquel mal recordado 5 de marzo, las deudas crecieron al por mayor para sus dueños de Grupo Caliente. Por tanto, se verán obligados a realizar una reestructura en sus finanzas para mantener al equipo en Primera División, pues de la venta a terceros aún está en veremos. Así que por lo pronto, tendrán que solventar todos las deudas pendientes y los gastos por venir.

La reducción en los mismos seguramente se verá reflejada en el armado del equipo, es decir, no podrá haber refuerzos de primer orden, por el contrario, como el grupo es propietario de Xolos y Dorados, lo que les sobra son jugadores para surtir a Gallos sin hacer operaciones ostentosas.

Y más ahora que se rumora la salida de elementos como el portero Washington Aguerre, y otros importados como Juan Romagnoli, David Barbona, José Ángulo, Gabriel Rojas, entre otros, que no dieron el ancho en el torneo anterior. En la dirección técnica se dice que Mauro Gerk continuará, por lo que sin jugadores de renombre y sin lana, tampoco se le podrá exigir mucho.

Al grupo le quedan dos meses para armar al equipo y ponerlo a trabajar pretemporada, contemplando igualmente que en enero de 2023 es posible que sus juegos de local en el Corregidora ya puedan ser con público, que los alentará a seguir adelante y desde luego comenzará cierta recuperación económica, que vaya que le hace mucha falta al club.

Así, de Gallos no se espera gran cosa para el torneo venidero, lo importante es que el futbol de Primera División seguirá en esta plaza. Por cuánto tiempo, quién sabe, a menos que haya un verdadero ‘Gallo‘que lo compre y lo arme para olvidarse de la mediocridad. Hasta la Próxima.

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