Conectando Querétaro es uno de los proyectos que más presume la administración actual del estado. A través de él se construyeron y rehabilitaron más de 226 kilómetros de caminos de concreto hidraúlico para unir alrededor de 300 comunidades en la Sierra Gorda.

El proyecto es interesante en sí por tener el potencial de incrementar el bienestar de los habitantes al reducir los tiempos de acceso a infraestructura básica como clínicas o escuelas. Más allá de eso, hace poco me enteré que en la obra participaron mujeres, lo cual me llamó mucho la atención.

Por información proporcionada por la Comisión Estatal de Infraestructura (CEI), sé que la empresa constructura encargada del proyecto debía contratar mano de obra local. Sin embargo, en algunas zonas fue imposible contratar hombres, debido a que la mayoría han migrado para buscar mejores oportunidades económicas. En esos lugares, se tuvieron que contratar mujeres para ejecutar tareas de albañilería y los resultados fueron muy buenos.

Esta historia me parece un excelente ejemplo de cómo las mujeres podemos hacer cualquier cosa que nos propongamos. Es aún más valiosa, puesto que la construcción es el sector económico con menor representación de mujeres: en Querétaro,  solo el 5% del total de trabajadores en el sector son mujeres.

Gracias a este proyecto, el Instituto Queretano de la Mujer trabajó con el CEI, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas y la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción para elaborar el Manual de Obras Públicas con Perspectiva de Género. Este documento marca las directrices para que la próxima administración elabore obras que beneficien a más mujeres.

Vale la pena destacar, que la perspectiva de género no solo implica sumar mujeres a la ejecución de las obras. Eso es plausible, sobre todo si las condiciones laborales que se les ofrecen garantizan salarios competitivos, acceso a seguridad social y certidumbre jurídica. Sin embargo, va más allá. Para que esta guía realmente beneficie a las queretanas, necesita garantizar la inversión pública en proyectos que solucionen problemas que afectan más a las mujeres. Por ejemplo, en la literatura se ha encontrado que las mujeres hacen más trayectos que los hombres, en ese sentido un sistema de transporte público más eficiente y calles más seguras las favorecería mucho más para realizar sus actividades diarias.

A futuro, los impactos de la guía deberían medirse a través de indicadores objetivos. En lo que eso sucede, hagamos visibles este tipo de historias inspiradoras que demuestran que las mujeres somos capaces, solo necesitamos la oportunidad para demostrarlo.

Directora de Sociedad Incluyente del @IMCOmx. 
@Fatima_Masse

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