Después de más de un año de conflictos internos, hoy termina la encuesta de Morena, sugerida por el mismo Andrés Manuel López Obrador, por medio de la cual se decidirá la segunda dirigencia del conflictivo partido.

Fueron 818 impugnaciones que presentaron en las distintas etapas, 22 más en esta última en la que pretendieron “derrumbar” el proceso ordenado por el TRIFE y ejecutado por el INE, dado que los mismos militantes no fueron capaces de ponerse de acuerdo para resolver sus problemas.

Festejaban los impugnantes que el proceso sería anulado, lo que no sucedió.

Se anticipa que aquellos que ocupen la nueva dirigencia, presidente y secretario, no podrán hacer mancuerna.

Los encuestados arrojarán una dirigencia dividida.

Los aspirantes desenvainan sus armas y dirimen sus reyertas, algunos insisten en ser corruptos.

Acusan a Mario Delgado de hacer campaña, pero olvidaron magistrados y consejeros esa prohibición, así que no violenta ninguna norma; mientras otros no hicieron campaña. Porfirio Muñoz Ledo y Yeidckol Polevnsky, mediatizaron por medio de entrevistas.

De 8 partidos políticos con registro, solo Morena carece de dirigencia legal y estatutariamente constituida.

El perentorio periodo del diputado con licencia Alfonso Ramírez Cuéllar, venció hace varios meses, igual que el de Polevnsky, quien pidió quedarse después de las elecciones. Hubiesen estado viciadas las candidaturas del 2021.

Acorde a la encuesta, ya deja traslucir los nombres de los futuros dirigentes de Morena.

Los problemas entre morenistas seguirán vigentes, lo mismo hicieron en el PRD: autodestruirse.

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