Feneció el interinato del dirigente de Alfonso Ramírez Cuellar al frente de Morena y no cumplió. Una vez más Morena viola sus propias obligaciones. La resolución de la Sala Superior, impuso a los morenistas llevar a cabo una encuesta entre su “militancia” para elegir a la dirigencia en un periodo de 90 días. Desde que Amlo abandonó la presidencia de su partido, en 2018, la cúpula no ha querido elegir a quienes decidirán, junto con Andrés Manuel, las candidaturas para el año próximo y vaya que serán muchas. De tal manera que los morenistas volvieron a quedarse sin dirigencia legal, aunque siempre alegan lo contrario. Se encuentran enfrascados en los problemas de siempre, no dejan de ser los mismos perredistas quienes solo cambiaron de nombre, siguen siendo idénticos, no lograron transformarse: anarcos institucionalizados.

Morena va por otra de tantas trampas que los identifica. Sí bien se verán obligados a elegir a su dirigencia por medio de encuesta para cumplir con la ejecutoria del Tribunal Electoral, que debiera ser entre sus militantes, no llegarán a ello. La encuesta la harán a población abierta, dado que la cantidad de sus asociados inscritos en el INE, es pírrica. Aparecen 329, 449 militantes en el padrón de morenistas, lista de afiliados que armó Yeidckol Polevnsky. El padrón no es confiable. En cualquier votación nunca acude el 100% de los inscritos, el resultado sería catastrófico para Morena, si la encuesta la realizan a votación cerrada.

Obligados a ir por encuesta abierta a la población, así la impresión e impacto político será diametralmente diferente, podrán aparecer varios millones de votantes. Sobre todo, pondrán en práctica la capacidad de movilización de la masa de beneficiarios de los programas del gobierno. Políticamente demostrarán su aptitud y fortaleza electoral; los “siervos de la nación”, que sirven a López Obrador, nuevamente entrarán en acción, al igual que los super delegados en cada Estado, quienes manipulan los padrones de los programas sociales. Probarán las trampas que aplicarán en el 2021.

Lo que confirman una vez más, es la falta de capacidad y entendimiento para ponerse de acuerdo y observar su propia normatividad. Plevnsky tuvo que ser destituida y el diputado federal Ramírez Cuellar, violó el plazo para convocar a elecciones. No cumplió con la sentencia de la Sala Superior. Cualquiera que sea el resultado, nadie quedará conforme, las disputas continuarán. Así se formó Morena.

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