En el Congreso de la Unión hemos concluido una etapa histórica que conllevará cambios y transformaciones con la definición y aprobación de reformas sustanciales, cuyos efectos y beneficios a mediano y largo plazo permitirán a México reactivar su economía y sus mercados, retomar la senda del crecimiento y encontrar el camino del desarrollo sustentable que necesita para su presente y su futuro.

Como integrante del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado, estoy convencido de que entregamos reformas con buen contenido para el país; actuamos como una oposición responsable, cerramos filas a favor de los ciudadanos y lejos de aferrarnos a las propuestas enviadas por el Ejecutivo federal, dimos la lucha para sacar adelante las iniciativas y los acuerdos principales de las reformas y leyes aprobadas, enfocándonos al beneficio social de las mismas.

Ahora entramos a un periodo decisivo, en el que habremos de vigilar que lo logrado en el Congreso no se pierda en ninguna oficina de gobierno y dé los resultados esperados. Para ello será fundamental legislar en contra de la corrupción y motivar una gran participación de la ciudadanía; debemos estar aún más cerca de nuestra gente: seguir escuchando, atendiendo e informando a los ciudadanos sobre las leyes aprobadas y sus beneficios, que habrán de traducirse en políticas públicas eficaces y eficientes que reduzcan la desigualdad, la falta de oportunidades para nuestros jóvenes, la inseguridad y la pobreza existentes en gran parte del territorio nacional, y Querétaro no es la excepción.

Se cumplen dos años de mi trabajo como senador de la República, dos años en los que he podido confirmar la grandeza del espíritu de los habitantes de Querétaro, que sueñan, luchan, exigen y trabajan por un mejor horizonte para sus familias.

He recorrido todo mi estado, he recogido el sentir de su gente de viva voz en foros, en Cámaras y universidades, así como por medio de las redes sociales; sus ideas y sus propuestas acompañan mi trabajo diario con el firme objetivo de cumplir la función encomendada: lograr una auténtica representación de Querétaro en la Cámara Alta.

Creo en el diálogo y sé que sin acuerdos no hay ni habrá desarrollo posible; por ello he puesto toda mi voluntad y todo mi entendimiento a favor del bien común, siempre entregándome al máximo y con el más alto grado de responsabilidad a la hora de impulsar acuerdos, leyes y gestiones a favor de nuestro país y nuestro estado.

Rendiré cuentas a los ciudadanos de Querétaro y lo haré como siempre lo he hecho: de cara a ustedes, de frente, y con sinceridad, sometiéndome a su escrutinio, a su evaluación, a sus consejos, críticas y reclamos.

Doy gracias a Dios, a mi país, a mi familia, a mi equipo de trabajo y a la militancia de mi partido, el PAN, por acompañarme en este apasionante camino de servir a Querétaro; en especial doy gracias a los ciudadanos de todos los rincones de nuestro estado, quienes me brindaron la oportunidad de representarlos desde este escaño y quienes respaldan mis pasos en esta brega de eternidad.

Te reitero mi firme convicción de seguir trabajando con pasión, con entrega y compromiso por nuestro hermoso estado, que requiere mucha mayor atención en todos sus niveles; te ratifico mi compromiso de mirar lejos y dar pasos firmes.

Senador, ex presidente municipal de Querétaro

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