La violencia en México sigue imparable. El tema de seguridad sigue estando presente entre los de mayor preocupación para la población. Momentáneamente desplazado por el tema económico y de salud, a causa de la pandemia por el Covid-19, la seguridad sigue guardando un lugar preponderante entre las mayores preocupaciones de la gente.

La realidad es que la “estrategia” de seguridad implementada por el gobierno federal no está rindiendo frutos, por el contrario, está dejando ver, cada vez más, que las autoridades están rebasadas. Los ataques sucedidos en varias entidades como Jalisco, Guanajuato y Tijuana, Baja California, dejaron al descubierto la fragilidad del Estado Mexicano y sus autoridades.

Pero ello se ha presentado por la indiferencia de este gobierno y la política de “abrazos, no balazos”; que lo único que ha permitido es la impunidad.

Quién no recuerda el operativo fallido en Sinaloa para detener al hijo del Chapo Guzmán, quien a confesión expresa del presidente, fue liberado por sus propias instrucciones.

Luego entonces, si la seguridad es uno de los rubros a los que más recursos se invierten y que se ha convertido en la prioridad principal del gobierno en los últimos diez años, ¿Dónde está el error? ¿Qué está fallando? La respuesta que da el Ejecutivo es la misma que tanto criticó siendo oposición cuando estaba el gobierno del expresidente Calderón

¿Cuántas veces no escuchamos que se estaba militarizando al país?
Ahora, se ha decidido incorporar la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, es decir, al Ejército, eso no significa ¿militarizar al país? ¿Dónde está la congruencia?

La realidad es que este gobierno está aplicando sustancialmente la misma fórmula de la administración del entonces presidente Felipe Calderón. Se trata de una estrategia sin estrategia, es decir, de un “golpe al avispero” sin medir consecuencias, de una política centrada en lo mediático y no en resultados; maniobra que, cabe señalar, irónicamente fue criticada desde la oposición y que ahora emplean quienes están en el poder.

Bien lo decía el científico alemán Albert Einstein: “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”; es decir, si pretendemos obtener resultados diferentes en el tema de seguridad y combate a la criminalidad, dejemos de aplicar las mismas formulas del pasado. En este sentido, ¿Cómo queremos obtener resultados diferentes, se repetimos el mismo procedimiento?

Por eso, debemos aprender de nuestros errores, rectificar el camino y fijar objetivos, de ahí que es importante que, como ciudadanas y ciudadanos, seamos enfáticos en este tema y exijamos de las autoridades resultados tangibles y efectivos, que muestren una verdadera estrategia integral que brinde soluciones a corto, mediano y largo plazo, y no que actúen al “calor” del momento ni insistan en políticas fallidas que han demostrado ser ineficaces.

Pues en este tema, como en muchos otros, México requiere resultados… no ocurrencias.

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