De terror es observar la imagen de Leo Messi encarcelado y con lágrimas de sangre. Una advertencia gráfica del Estado Islámico que no debe dejar pasar la FIFA, el gobierno ruso y todos los sistemas de seguridad en el mundo.

No es un tema menor. Falta muy poco tiempo para el Mundial, poco menos de ocho meses que deberían ser suficientes para evitar que el llamado ISIS siga sembrando terror, porque hoy muchos de los que esperan el sorteo de los 32 equipos participantes, el 1 de diciembre, pensarán dos veces antes de ir a comprar los boletos de avión y encontrar entradas para los estadios.

Esta terrorífica advertencia está acompañada del mayor ícono del mundo del futbol, el jugador más representativo del éxito deportivo, la imagen de decenas de productos, que pagan millones de dólares para tenerlo ligado a su marca.

Hoy deben tener miedo todos al ver que esta imagen fue avalada por SITE Intel Group, una empresa que nada tiene que ver con algún gobierno y que lleva años especializada en monitorear redes sociales, sitios web, sistemas de comunicación y todo lo relacionado a grupos extremistas. El mundo del futbol se sintió intimidado al ver esta grotesca y aterradora imagen de Messi.

El 11 de noviembre, el gobierno ruso tendrá una prueba, la última antes del sorteo en el Kremlin. Se presenta la selección argentina a jugar un amistoso contra los anfritriones del Mundial. Seguramente ahí estará Leo Messi.

El turismo es el motor de la Copa del Mundo. El último de estos certámenes en Europa fue en 2006, en Alemania, país que recibió un millón 100 mil turistas, Solamente en los estadios teutones se presentaron más de 3 millones de fanáticos y en las explanadas donde se transmiten los partidos, los llamados Fan Fest, el número fue impresionantemente alto.

En Sudáfrica bajó la cantidad de turistas: fueron 310 mil extranjeros, lo que preocupó a FIFA y al propio anfitrión, porque la distancia e inseguridad fueron parte de las razones por las que disminuyó la asistencia foránea. En Brasil fueron 692 mil turistas extranjeros de 203 nacionalidades. La FIFA terminó feliz, el negocio se aseguró.

Imágenes van y vienen en redes sociales. Unas parecen memes, pero aterrorizan. Hay otras certificadas, que provienen de extremistas. Cuidado total, el Mundial de futbol debe blindarse y garantizar la seguridad, hacer de Rusia un territorio estable, con paz.

Ya lo lograron en la Copa Confederaciones, aunque es incomparable el poder mediático entre un torneo y otro, como es ilógico comparar la cantidad de extranjeros que espera el organizador de este Mundial, porque antes de estas imágenes se había anunciado que esperaba un mínimo de 800 mil visitantes. A ver cuántos se echan para atrás después de ver a Messi llorando sangre.

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