Fueron los argumentos del Presidente de la República y sus bancadas en las Cámaras de Diputados y Senadores, para abrogar 109 Fideicomisos, que administraban miles de millones de pesos del presupuesto público federal. Logrado el propósito de otorgar más dinero a López Obrador, para su manejo discrecional. Los argumentos que sirvieron para su destrucción, iniciarán, dijo el Presidente, las investigaciones y auditorías para probar la posible existencia de actos de corrupción en el manejo del dinero de los Fideicomisos. Asegura haber encontrado irregularidades. Seguramente el titular del Poder Ejecutivo, ignora la existencia de la Entidad Superior de Fiscalización, responsable de las auditorías. Las amenazas, el instrumento de gobernabilidad.

La enorme mayoría de los legisladores ignoran qué son, cómo se integran y cómo funcionan los Fideicomisos. Solo obedecieron la orden de “desaparición” instruida por el Presidente. Nadie presentó pruebas del mal manejo. Eliminaron de tajo todos los apoyos económicos a científicos, deportistas, escritores, cineastas, investigadores, para atender enfermedades catastróficas y más. Inicialmente no sabían cuántos Fideicomisos “desaparecerían”, tampoco el regalo económico para el Presidente. Mencionaban más de 100 mil millones y terminó en 68 mil, 400 millones de pesos. Abrogaron 109 Fideicomisos. En lo sucesivo, Hacienda concentrará esa enorme cantidad, quedará bajo la tutela del Presidente. Política regresiva y degenerativa que otorga más discrecionalidad al titular del Poder Ejecutivo.

Veamos algunas ventajas de los fideicomisos. Según el tipo de fideicomiso y las cláusulas pactadas se obtienen beneficios, que suelen aplicar a todos los contratos de fideicomiso: los bienes administrados son inembargables; también hay beneficios tributarios; los beneficios pueden emplearse para la realización de fines ilimitados, en tanto no sean ilícitos.

Conclusión. La institución fiduciaria tiene como función administrar los bienes (en este caso dinero) que fueron aportados por el fideicomitente (gobierno) para entregar al fideicomisario los beneficios que se generen (particulares, empresas o instituciones). El fideicomitente define la finalidad del fideicomiso; el fiduciario se encarga de llevar a cabo la finalidad. Como resultado, debe haber un beneficiario por la operación fiduciaria. Inconcebible, este gobierno también constituyó Fideicomisos ¿Serán investigados?

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