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La reciente creación de la Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente y Desarrollo Urbano en Querétaro deriva del Código Urbano publicado el 31 de Mayo de 2012. En los considerandos del código se hace mención de que el desarrollo urbano y el medio ambiente constituyen dos materias que están intrínsecamente relacionadas. Para mitigar los efectos del cambio climático se hace necesario un organismo que cohesione ambos aspectos en una misma directriz, así se crea la Procuraduría, con una serie de atribuciones y responsabilidades de gran magnitud y alcance, como un organismo innovador que vigilará y procurará el bienestar de la población, por medio de la defensa y el control del ordenamiento territorial y la protección del medio ambiente, con miras a procurar ciudades sustentables que garanticen calidad de vida para las futuras generaciones.
Asimismo, el 5 de octubre de 2012 se publicó en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Querétaro “La Sombra de Arteaga” la Ley de Protección Ambiental para el Desarrollo Sustentable del Estado de Querétaro, en la cual se señala que la Procuraduría es resultado de la demanda social sobre un mayor acceso e impartición de justicia ambiental, para garantizar la observancia de los derechos y obligaciones legales en la materia.
El 8 de octubre se publica el Reglamento de la Procuraduría en “La Sombra de Arteaga” y el 31 del mismo mes, el gobernador del estado de Querétaro, José Eduardo Calzada Robirosa, me nombra al procurador, compromiso que mucho me honra y que asumo con plena convicción. Así, nace una etapa colmada de retos para bien del Querétaro sustentable.
Son muchos los desafíos que tiene que atender la Procuraduría, como también lo son las afectaciones que hemos provocado al medio ambiente queretano. Pueden citarse, de manera general, el deterioro en cantidad y calidad de los recursos naturales.
Hemos generado afectaciones a los recursos forestales, a la flora y a la fauna; se ha estado contaminando la atmósfera, el suelo y las aguas superficiales, por actividades de diversa índole; se ha hecho un uso desmedido de las aguas subterráneas, particularmente en la Zona Metropolitana de Querétaro (ZMQ), en San Juan del Río y en Tequisquiapan, con múltiples consecuencias. En la ZMQ, la extracción del agua del subsuelo ha provocado el fenómeno de la subsidencia, es decir, el hundimiento del Valle de Querétaro, afectando diversas infraestructuras públicas y privadas.
Por otro lado, podemos ver como las urbes, especialmente la ZMQ, han venido creciendo de forma anárquica y con dispersión, provocando un deterioro en los ecosistemas. Los asentamientos humanos irregulares, el poderoso empuje de los desarrollos inmobiliarios y de los intereses económicos asociados mal direccionados, la alta concentración de vehículos de transporte individual y colectivo que contaminan la atmósfera, los residuos domésticos e industriales; son todos campos de acción para la Procuraduría. Resulta imperativo mitigar y compensar el impacto ambiental del crecimiento de los centros de población.
Uno de los primeros tópicos que abordaré, atañe a los rellenos de residuos domésticos. Persiste aún la tendencia a considerar la ampliación de los existentes y a generar nuevos, cuando el camino debe ser distinto.
Procurador Estatal de Protección al Medio Ambiente y Desarrollo Urbano