Mucha lluvia que se espera

al caer por la ciudad.

Es muy cierto... desespera

se los digo de verdad.

Por lo tanto, cuidadosos

cuidadosos hay que ser,

y taparnos presurosos

si comienza ya el llover.

El dios Tláloc enfadado

luego trae su mal humor.

Cuantas veces inundado

desparrama aquí su “amor”.

Para muchos es quebranto

y en el campo es bendición.

Para muchos es encanto,

para otros perdición.

Venga pues que llueva fuerte

sin que inunde la ciudad.

Para todos mucha suerte

y también serenidad.

Periodista

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