Los números La Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (sin el Videograma) dicen que menos mexicanos vimos cine nacional en el 2015 y que es el segundo año consecutivo que nuestros títulos registran una baja.

La caída fue de 28% menos en ingresos y 26% menos en espectadores respecto al 2014.

Los industriales explicaron que la culpa la tiene la piratería y el éxito de las películas de Hollywood, las mega producciones. No se mencionó la descomunal maquinaria de promoción de la grandes distribuidoras y los recursos para ocupar hasta el 90 de las pantallas en algunos casos.

La propuesta de José Leonardo Martí, presidente de la Canacine, fue luchar más duro contra la piratería e influir en los fondos estatales para incentivar las películas industriales frente al cine de arte.

¿Cómo quieren hacer esto? Modificando los criterios para otorgar fondos públicos a las películas nacionales.

No es que quieran más cine taquillero y menos cine artístico, dijo el director de la Canacine, Agustín Torres Ibarrola. “Buscamos un equilibrio”, dijo en rueda de prensa.

“Lo que estamos haciendo es tener reuniones con las autoridades, con el congreso, con el Imcine, y con distintas autoridades, para buscar que todos los incentivos que tiene el cine nacional cada vez sean más efectivos, nos hemos encontrado y hemos platicado con Jorge Sánchez (director de Imcine) y ver la forma de adaptar las reglas de los fondos (estatales) a la situación actual del cine”, declaró José Leonardo Martí.

“En la Cámara tenemos una cantidad importante de productores asociados y hemos estado platicado con el Imcine para cambiar esas reglas, de tal forma que esos fondos sean más efectivos y nos lleven a tener cada vez mejores películas y más exitosas”, agregó el director de la cadena de cine Cinemex y presidente de la Canacine.

La Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine), reportó que en el 2015, el mercado del cine en México creció un 15,8% arriba respecto al 2014.

Este año se vendieron 299 millones de boletos de cine en el país y se registró 13 mil 900 millones de pesos de ingresos de taquilla total.

Pero los números para el cine nacional no son tan buenos, sino todo lo contrario.

El cine mexicano registró 17 millones de boletos y 732 millones de pesos en taquilla, un 28% menos de ingresos en comparación con el 2014 (1.023 millones de pesos).

Respecto a espectadores para películas mexicanas la reducción fue de 26% (17.24 millones de asistentes frente a 23.24 millones de 2014).

El mercado local representó un 5.7% en la taquilla nacional, frente a un 9.5% del 2014 y un 10.9 del 2013.

En resumen, la asistencia al cine nacional ha tenido una desplome del 50% respecto a 2013, año del estreno de No se aceptan devoluciones, de Eugenio Derbez (600 millones de pesos y 15,1 millón de espectadores).

“Es tiempo de preocuparse, pero también de ocuparse” por estos resultados, dijo el director de la Canacine, Agustín Torres Ibarrola.

Las dos películas más pirateadas fueron Gloria, biografía de Gloria Trevi y Mexican Ganster de Juan Manuel Cravioto, antes titulada El más buscado, historia basada en la vida del bandido Alfredo Ríos Galeana, gran película, excepcional, que se estrenó ilegalmente en las calles antes que en los cines.

Una película animada fue la película más taquillera del cine mexicano en 2015, una historia de superación personal quedó en segundo lugar y el tercer sitio fue para una comedia romántica.

Un gallo con muchos huevos de los hermanos Rodolfo y Gabriel Rivapalacio Alatriste recaudó 167 millones de pesos y metió al cine  4,1 millones de asistentes.

El gran pequeño, producida e interpretada por Eduardo Verástegui ocupo el segundo sitio de recaudación  con 148 millones de pesos y 3,3 millones de espectadores.

A la mala, película donde Aislinn Derbez y Mauricio Ochmann se conoce y se enamoran, en la ficción y en la vida real, reportó 126 millones de pesos y 2,8 millones de espectadores.

La buena noticia es que dos películas nacionales superaron los 3 millones de espectadores. Es el segundo año consecutivo con esa marca.

La mala noticia (o buena, según se vea) es que las comedias mexicanas han dejado de ser las favoritas absolutas de la taquilla nacional.

FIN

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