Desde su administración como alcalde capitalino en 2009, el gobernador Francisco Domínguez ha enarbolado la bandera de la apertura, rendición de cuentas y la transparencia. Y pretende seguir con ese discurso, sin embargo los primeros hechos de su gobierno y su relación con los poderes Legislativo y Judicial lo contradicen.

Tomemos de ejemplo la ya comentada designación de los seis nuevos magistrados del Poder Judicial en el estado de Querétaro. Primero se presenta una nueva ley de jubilaciones que limita el monto de una jubilación; acto seguido, siete magistrados piden su jubilación anticipada, después, una magistrada se arrepiente y finalmente, un día antes de la Nochebuena, en plenas vacaciones de diciembre, en una sesión al vapor los diputados nombran a seis nuevos magistrados.

Las críticas y señalamientos de lo atropellado del proceso no se han hecho esperar, pero para dar un contexto y explicar por qué afirmamos que la designación se hizo de la manera más opaca, tomemos como referencia el cómo fue la designación de Basilisa Balderas Sánchez como magistrada hace 15 años.

En la página del Tribunal del Estado de Querétaro podemos encontrar el breviario de cómo fue la designación de dicha magistrada. Para empezar a contrastar, podemos encontrar que el proceso de designación duró dos meses y medio, y no menos de quince días, como fue en el caso reciente.

En la página oficial de internet se puede leer que en sesión extraordinaria del 14 de marzo de 2001, la LIII Legislatura aprobó la nueva convocatoria, la cual contaría de cinco etapas. Cito:

A) Aplicación de un cuestionario escrito sobre conocimientos jurídicos y evaluación psicométrica (31 de marzo de 2001).

B) Solución a dos casos prácticos, mediante la redacción de sentencias (9 y 10 de abril de 2001).

C) Examen oral sobre conocimien- tos jurídicos en materia civil, mercantil, familiar, electoral y penal (16 y 17 de abril de 2001).

D) Valoración y evaluación.

E) Invitación a la sesión pública de la Comisión de Administración de Justicia, para entrevistar a los aspirantes a fin de conocer sus propuestas de mejorar el sistema de impartición de justicia (25 de abril de 2001).

Después, el 27 de marzo seguiría la publicación en un diario local de los aspirantes que cumplieron con los requisitos.

Los siguientes pasos serían notificaciones de cómo iba avanzando el proceso hasta llegar a la elección del nuevo magistrado propietario del Tribunal Superior de Justicia de Querétaro. Esto el 24 de mayo de 2001 en sesión ordinaria de la LIII Legislatura.

Es decir, se cumplió un proceso formal donde fueron valorados y examinados diversos aspirantes de manera pública. Así, la nueva magistrada llegaría con legitimidad, además de la legalidad, claro está, a ejercer su nueva función.

Comparando el actual proceso de designación de seis magistrados con el de hace 15 años, es evidente el retroceso en las formas de apertura de cara a la sociedad de los métodos de designación de los nuevos magistrados. Llegaron con legalidad pero sin legitimidad.

En ambos momentos históricos gobernaba el PAN, pero es notorio el retroceso y lejos de acercarnos a un gobierno de apertura a la ciudadanía, volvemos a un gobierno opaco y que se resiste a rendir cuentas.

Para el Poder Ejecutivo y la Legislatura actual se viene el reto de la designación de nuevos integrantes de la Comisión Estatal de Acceso a la Información Gubernamental (CEIG), sin embargo ya se dio una primera demostración en la selección de magistrados. Por sus frutos los conocerás, dice un adagio clásico y por los primeros frutos mostrados podemos ser poco optimistas de tener un proceso claro y de cara a la sociedad. Tiempo al tiempo.

Periodista y sociólogo. @vilojahttp://victorlopezjaramillo.com/

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