Justo el día de ayer el Inegi dio a conocer los Indicadores Trimestrales de la Actividad Turística para el primer trimestre del año, los cuales siguen comprobando que el sector Turismo se ha convertido en un motor de crecimiento económico, clave para la generación de empleos y bienestar para los mexicanos.

De acuerdo con el Inegi, frente al crecimiento de 2.6% de la economía en su conjunto, el PIB turístico creció al 3.3% anual durante los tres primeros meses del año. Con esto acumula 9 trimestres consecutivos creciendo por arriba del PIB nacional y se demuestra que es un motor que impulsa a los demás sectores.

La actividad turística también se está acelerando a un mayor ritmo que la economía mexicana en su totalidad. Mientras que esta última se aceleró de 2.3% a 2.6% entre el último trimestre de 2016 y el primero de este año, el turismo se aceleró de 2.5% a 3.3%, casi un punto porcentual adicional.

Este desempeño ha sido posible gracias a los esfuerzos de las empresas y trabajadores del sector y a la consistencia en los programas promovidos desde la administración del presidente Peña Nieto para hacer del turismo una plataforma de desarrollo para las familias de México.

Acciones como las campañas de promoción coordinadas desde el Consejo de Promoción Turística de México y la estrategia de asociación con eventos reconocidos a nivel mundial, como Fórmula 1, Cirque du Soleil, NFL, entre otras, se traducen en que, por ejemplo, el consumo de los turistas extranjeros haya crecido 16.2% en el trimestre, cinco veces más rápido que el consumo a nivel nacional.

Los datos muestran que la consistencia es esencial para seguir avanzando. Las primeras cifras al primer semestre indican que logramos que la captación de divisas creciera 10% con relación al año pasado, lo que nos posiciona para que al cierre de 2017 superemos los 20 mil millones de dólares anuales por primera vez en la historia.

Estas cifras, proporcionadas por Banco de México, reflejan que todas las categorías de visitantes, desde los turistas por vía aérea hasta los excursionistas fronterizos, están dejando más recursos que el año pasado, incluso hay algunos, como el segmento de cruceristas, cuya derrama crece al 19% anual.

Sin embargo, la verdadera relevancia de estos buenos resultados está en las oportunidades que se abren para las comunidades donde se llevan a cabo las actividades turísticas, pues en ocasiones el gran reto consiste en llevar los beneficios de cualquier actividad económica a las regiones menos desarrolladas o aisladas del país.

En materia de Turismo, los mexicanos hemos demostrado que somos capaces de diseñar mecanismos propios y efectivos para llevar beneficios a estas regiones. Apenas la semana anterior estuve en un encuentro con los Pueblos Mágicos del Estado de México, donde se trabajó en un nuevo modelo de gestión que permitirá optimizar de manera competitiva los esfuerzos y recursos asignados, y así poder aumentar su alcance.

Hoy son 111 Pueblos Mágicos que tienen en conjunto 2 mil 400 hoteles, 73 mil habitaciones, albergan 21 zonas arqueológicas, 122 museos, 35 Áreas Naturales Protegidas y han beneficiado directamente a 3 millones de mexicanos, más de la mitad de los 5 millones que en total habitan en ellos.

Al permitir a decenas de comunidades pequeñas y medianas capitalizar sus atractivos turísticos, el programa de Pueblos Mágicos es un ejemplo de lo que tenemos que seguir haciendo para asegurar el éxito a futuro del sector. Pero hay muchos más, ahí están Viajemos Todos por México, Mejora tu Hotel o Conéctate al Turismo, por mencionar algunos.

Las cifras dan un mensaje claro: los mexicanos tenemos con qué enfrentar el reto de hacer de México un país desarrollado y de clases medias en esta generación. Los logros del turismo y de otras industrias exitosas en el país son una muestra de cómo podemos lograrlo.

Secretario de Turismo

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