En 2021, llegaremos a medio sexenio. Este es el año en el que ya no tendrá sentido hablar de nuevo gobierno y habrá cada vez menor justificación para culpar al pasado de los males del presente. Este es el año en el que empieza la salida.

Y en este año bisagra, varios temas cruciales despuntan en el horizonte:

1. La pandemia. Al menos durante la primera mitad del año, el coronavirus seguirá siendo el factor crucial en la vida económica y social del país. Su impacto se seguirá sintiendo en las actividades ilícitas y los mercados ilegales. Es muy probable que, en la medida en que no recupere normalidad la existencia cotidiana de los mexicanos, el delito siga dando algo de tregua. No habrá mucho que robar o extorsionar si la gente sigue confinada y los negocios se mantienen cerrados. Pero una recuperación, así sea débil, probablemente traiga consigo un incremento en la incidencia delictiva.

2. Las elecciones. Este es año de disputa por el poder. La Cámara de Diputados se renueva, cambian de gobernador en 15 estados, casi todo el país va a estrenar legislatura local y centenares de gobiernos municipales están en juego. Eso se traduce en miles de candidatos en campaña y la probabilidad gigante de violencia dirigida en su contra. Este año, trágicamente, muchos políticos van a encontrar la tumba y muchos más se van a ver en la disyuntiva terrible de plata o plomo.

3. Las relaciones con Estados Unidos. Este es el primer año después de Trump. Es decir, el año en el que la relación con el vecino empieza a recuperar normalidad y deja de estar dominada por las obsesiones xenófobas de un narcisista sociópata. El trato con los estadounidenses se va a volver más complejo y se van a tocar más temas. Eso probablemente no guste mucho en Palacio Nacional. Y seguro gustará menos la reacción de las agencias estadounidenses ante las recién aprobadas reformas a la Ley de Seguridad Nacional. Como sea, el asunto se va a poner interesante.

4. Las Fuerzas Armadas. La militarización de la vida pública del país ha sido una de las notas dominantes del actual sexenio. Hasta ahora, ha procedido sin mayor resistencia. Eso, sin embargo, puede empezar a cambiar en 2021. LaGuardia Nacional va a cumplir dos años de operación en junio: ya empieza a ser la hora de los resultados, no de las promesas. Y los resultados hasta ahora son menos que espectaculares. Lo mismo vale para las otras tareas que se le han encomendado a los militares: es hora de mostrar resultados y de enfrentar un escrutinio más severo que en el arranque de la actual administración. Esperen, por tanto, algo más de fricción entre las Fuerzas Armadas y otros actores políticos, incluyendo algunos sectores del propio gobierno.

5. El centro occidente. La violencia homicida es un fenómeno nacional, pero tiene su foco más importante en cuatro estados del centro occidente: Colima, Guanajuato, Jalisco y Michoacán. Esas cuatro entidades federativas concentraron en 2020 casi 30% de los homicidios dolosos del país. Y no solo hay agregación aritmética: los mercados ilícitos de esos estados están interconectados y varios actores criminales cruzan fronteras estatales. En muchos sentidos, el éxito o fracaso de la política de seguridad del gobierno federal se juega en esa región en 2021.

Conclusión: en este año de medio periodo de gobierno, los resultados y no los planes empiezan a ser los temas dominantes. Este es el momento en el que lo que se hizo y no se hizo empieza a rendir frutos o cobrar facturas. Este es el año en el que se nos acorta el futuro.

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