Ayer fuimos a desayunar a Los Bisquets Obregón, sobre Constituyentes, tienen estacionamiento subterráneo, así que no hubo problema para llegar. En la entrada hay un elevador para que las personas avancen los primeros diez escalones, pero éste no funcionaba así que subimos a pie y nos recibieron en un salón grande, donde nos asignaron una mesa al final. En medio destacaban cerca de veinte personas que estaban sentadas juntas, que se escuchaban alegres y escandalosas.

Nos ofrecieron pan y café, mismos que aceptamos; el café estaba bueno y el pan, excelente, ya que por esto se conoce al restaurante, por su pan. El salón lucía lleno con mesas de señores y señoras, pocos adolecentes y no había niños.

Los dos ordenamos  dos huevos revueltos a la mexicana, ya que el restaurante hace propaganda de su comida tradicional, por lo que decidimos pasar a averiguar cómo está. Yo ordené un jugo de naranja con zanahoria, mientras Juan Manuel uno verde y solo hay un tamaño de jugo, grande; yo recomendaría  que añadieran el tamaño chico a la carta, ya que el grande cuesta 41 pesos y me parece que es caro.

Mientras nos servían nuestro desayuno, le platiqué a Juan del antiguo restaurante Bisquets de Obregón que se abrió en Querétaro hace más de diez años,  sobre Bernardo Quintana, y luego cerró, no sé por qué razón. No  sé si este restaurante nuevo sea del mismo dueño que el anterior, pero sí es de la misma franquicia. Ojalá y les vaya bien.

Llegaron los huevos revueltos y tristemente lucían iguales a los de todos lados, me he encontrado con que normalmente los nuevos chefs de cocina no saben hacer huevos revueltos a la mexicana.

Ponen una  sartén con aceite, le añaden chile verde, cebolla y jitomate picados, dos huevos mal revueltos y lo fríen todo junto; como diría mi mamá así no se hacen los huevos revueltos a la mexicana, ella me enseñó a prepararlos.

Tomas una sartén, le pones un poco de aceite vegetal y tantita sal, le añades chile verde y cebolla muy bien picaditos y los dejas hasta que acitronen, mientras en un traste hondo mezclas dos huevos con tantita leche para que  esponjen al freírse, añades sal y pimienta al gusto; cuando la cebolla ya está bien frita, agregas los huevos bien revueltos a la sartén y a fuego medio cocinas la mezcla, casi a su punto total; un poco antes de que estén cocidos los huevos,  añades el jitomate bien picado en pedacitos para que no se cocine, sino solamente se caliente. Estos sí son unos verdaderos huevos revueltos a la mexicana.

Así los calificamos

Así las cosas,  pasamos  a comprar unas piezas de pan dulce, que realmente estuvo bueno y salimos a evaluarlo.

  1. La recepción, 8.
  2. El ambiente es positivo, aunque frío, 8.
  3. El equipo simple y sin chiste, 8.
  4. El servicio, 9.
  5. La comida se merece un 7.
  6. El pan, definitivamente 10.
  7. En resumen, apenas recomendable, 8.34.
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