Hace mucho, cuando yo iba a la secundaria (el siglo pasado todavía), nos hacían leer libros como María de Jorge Isaacs o Marianela de Benito Pérez Galdós, dos obras que en la trama chorrean miel de lo cursi y que para entender lo maravilloso de su narrativa, así como el detalle de sus descripciones tuve que llegar a la Universidad. Peor aún, era parte obligada del programa La tragicomedia de Calisto y Melibea (La Celestina) de Fernando de Rojas,  a la cual, de lo “fácil” que es, creo que también ya en la carrera le dedicamos un semestre completo. Después, en la preparatoria, leímos entre otras cosas La tregua, una historia que habla del amor de un señor que se acaba de jubilar; muy lindo pero para jóvenes de 16 años, pues nos parecía lejanísimo.

¿Por qué les platico esto? Porque les tengo envidia a las nuevas generaciones, quienes tienen a la mano varias sagas muy interesantes para leer y por si fuera poco, también para ver en el cine. Estas obras son muy dinámicas, divertidas y actuales, no del siglo XIX o del renacimiento, rayando todavía el medievo; libros de un desarrollo inteligente, con profundidad en la reflexión acerca del individuo o del proceder humano en cuestión de la sociedad, las relaciones interpersonales y la política.

Por ejemplo, este viernes 20 de marzo se estrenará en cine la película Insurgente (Insurgent), la segunda parte de la trilogía Divergente (Divergent), novelas escritas por Verónica Roth. El filme  del primer episodio es un buen traslado a las imágenes de lo que podrías imaginar en las líneas escritas. Shailene Woodley entendió muy bien a su personaje Beatrice o Tris Prior, sin duda con la ayuda del director Neil Burger quien recrea la atmósfera futurista de  Chicago después de “la guerra”.

Desde los griegos y a lo largo de la historia,  filósofos y teóricos de otras disciplinas han tratado de describir a la sociedad “ideal”;  sin embargo los escritores de ficción del siglo XX y lo que va del XXI nos han demostrado que cualquier utopía es inapropiada para los humanos. Así, novelas como Un mundo feliz (Brave new world) de Aldous Huxley, 1984 de George Orwell, ¡Hagan sitio, Hagan sitio! (Make Room! Make Room!) de Harry Harrison - Que sirvió de base para la película Soylent Green o Cuando el destino nos alcance, como se le conoció en México -, El dador de recuerdos (The giver) de Lois Lowry, entre otras nos han demostrado que el mundo es mundo gracias a sus imperfecciones, aunque en algunos lugares nos pasamos de imperfectos ¿no creen?

Volviendo al tema de Divergente, no les contaré de qué se trata Insurgente. En cambio, les diré para los que no han visto ni leído la primera parte que la joven Beatrice vive en una familia de la facción Abnegación, los que gobiernan y son “requete buenos” porque ayudan al necesitado;  las otras facciones que conforman su comunidad son: Erudición donde están los que “saben todo”, Osadía quienes son los encargados de vigilar el orden, Verdad son los que hacen las leyes y Cordialidad que son los que viven en  “paz”. No he de hablar de las similitudes socio-políticas con cierto país que ustedes y yo conocemos, ya que no es tema de esta sección. Lo que me parece curioso es que  tanto en los libros como en las películas pasa algo.

El meollo del asunto está en que la joven protagonista es Divergente, es decir “diferente” porque cuando llega el momento de sus pruebas de aptitud  para pertenecer a una facción, éstas dan como resultado que tiene varias opciones (lo cual  es inaceptable en esa sociedad), pero cuando le toca decidir, ella decide Osadía donde se convierte en Tris; allí transcurre  casi toda la trama, ahí conoce amigos y al galán de la historia Tobías Eaton (Cuatro). También allí se da cuenta de que en Erudición se gesta una revuelta en contra de Abnegación con la ayuda de un ejército de Osadía  el cual ha sido manipulado, ya que todo es plan de la mala del cuento Jeanine Matthews, que en la versión cinematográfica está muy bien interpretada por Kate Winslet. Por supuesto que Tris es la heroína, por lo que se enfrenta a Janine para echarle a perder el numerito. Al final ella, su hermano Caleb, Cuatro con su padre, junto con algunos amigos, se convierten en disidentes y viajan en tren hacia la nueva aventura que podremos ver a partir de este fin de semana en pantalla.

Les recomiendo de verdad que vean Insurgent, pues promete mucha acción, además de un final sorprendente o si desean conseguir el libro u otro de los que hemos hablado aquí, búsquenlo en las ferias del libro que ya iniciaron su ciclo este año. Pero, por favor, si quieren celebrar la primavera, en vez de ir a maltratar alguna pirámide, vayan al cine o lean su libro preferido.

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