El golpe de autoridad que tenía que dar Miguel Herrera se logra en sólo cinco minutos. Los buenos futbolistas que tiene el América salvaron lo que parecería un exceso de confianza ante el rival más débil de la competencia, que con un poco de inteligencia e intención logró ponerlos en aprietos, aunque nunca estuvieron derrotados.

El América es mezquino y aunque a Miguel Herrera no se le puede reclamar nada por tenerlos en segundo de la tabla, cuando van a la ofensiva con constancia son un equipo que deleita, que entusiasma a sus seguidores y que tiene una pegada impresionante.
 
En Chivas deben replantear su proyecto, porque ni dando el mejor partido del torneo brillaron; cuando el rival quiso acelerar, los hizo ver ridículos, como ha sido el Apertura 2017 para el campeón más devaluado en mucho tiempo. Que si la salida de Salcido afectó y por eso se aprovechó el América, eso es, otra vez, una demostración de que el plantel estuvo pésimamente mal planificado. Hoy son justamente el último lugar de la tabla de posiciones, superados, por proyectos poco ambiciosos y modestos como Lobos BUAP y Veracruz.
 
Sería más agradable ver una continuidad de juego ofensivo del América, pero los tiempos han cambiado. Miguel ha aprendido a variar sus planteamientos, a confiar plenamente en el talento que tiene hacia el frente y si cedió la iniciativa como en el partido anterior ante Cruz Azul, parecía planificado para encontrar en el momento justo el golpe adecuado. Se dice fácil, pero ganar los tres clásicos pocos lo hacen y es la segunda ocasión que Herrera lo consigue y nadie puede negar que este equipo se perfila como el gran favorito para ser el campeón del futbol mexicano, objetivo para el que regresaron a Miguel al banquillo.
 
La decadencia de Chivas es desde la cúpula hasta el más modesto trabajador. Fueron durante estos tiempos gloriosos presumiendo los patéticamente llamados Chivahermanos, un potencial efímero, un nivel que no era el real y que hoy al estar hundidos como el peor equipo del campeonato, lo único que se espera de ellos es una severa autocrítica. Replantear el proyecto y encontrar una nueva dirección, porque aquí aplica lo que se vivió durante prácticamente todo este 2017; dime de qué presumes y te diré de qué careces y si no, chequen las cuenta de Twitter de sus directivos.
 
Jornada de mitad de semana rara, donde no podemos dejar de lado lo terrible que es el arbitraje en este país, ya que si bien Paco Chacón no tuvo problemas en el Clásico, lo sucedido en Querétaro con Erick Yair Miranda, debe hacer explotar a Olegario Vázquez Aldir, porque le echa a perder su inversión gente que no tiene ni la más remota idea de cómo hacer su trabajo, aunque ese es tema que analizaremos después. 

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