Ha sido motivo de debate en muchos países la legalización del consumo de drogas; entre ellas la marihuana, para la cual ya existen naciones que han llevado a cabo su legalización en usos diversos. En México, el Senado ya aprobó la regulación del consumo personal lúdico de la marihuana.

En la discusión y análisis sobre la legalización del consumo de drogas, evidentemente se tienen los pros y contras. Existen quienes argumentan en pro, que eliminaría o disminuiría la participación del crimen organizado, así como su producción y tráfico ilegal; asimismo consideran que es un derecho a las libertades del individuo y que lo que concierne a los gobiernos es su regulación. En contra, se considera que la legalización de las drogas no garantiza la disminución del crimen organizado ni la terminación de la diversidad de ilícitos asociados a sus actividades; también en contra se señala la diferencia entre libertades y libertinaje que el consumo de drogas propicia y que lleva a la descomposición social, perjudica a las familias, propicia los accidentes, daña la salud, la educación, la seguridad y el trabajo.

Resulta accesible conciliar y legislar en el uso de las drogas con propósitos terapéuticos, en eso no hay lugar para la discusión, desde tiempo inmemorial se han prescrito por los médicos y se encuentra en la regulación de casi todas las naciones del orbe.

Existen diversos productos en el mercado que contienen sustancias adictivas, tal es caso del tabaco y las bebidas con alcohol; ambos pueden causar daños a la salud de diversas formas, sobre todo cuando se consumen sin moderación.

La marihuana produce cuadros tóxicos, estados paranoides, depresivos y maníacos; alteraciones motoras, dismetrías, retardo en la percepción de alarmas y de órdenes, síndrome motivacional, consistente en indiferencia y apatía; es altamente adictiva y esclaviza, propicia accidentes y es entrada para otras drogas más fuertes. Daña la memoria, con amnesias transitorias; afecta el sistema inmunológico y causa daño genético irreparable. Los alquitranes de la marihuana, inhalados con su humo, son más cancerígenos que los del tabaco; el humo de la marihuana contiene de 50% a 70% más de las sustancias que causan cáncer en el humo del tabaco. La marihuana que causa la división anormal de la célula, lo cual conduce a graves defectos hereditarios (Los efectos dañinos de la marihuana, fundación por un mundo libre de drogas).

En cuanto a beneficios, la marihuana tiene efectos terapéuticos y en este sentido farmacológico su acceso sí debe regularse y facilitarse; tiene efecto anti inflamatorio, analgésico, protector y reparador del tejido nervioso, anticonvulsivante, relajante muscular, antitumoral, anti náusea y anti vomitivo, antiespasmódico, estimulante del apetito, ansiolítico y antipsicótico, inductor del sueño, antioxidante, preventivo de la recaída y del síndrome de abstinencia, tratamiento del párkinson, esclerosis, epilepsia y cáncer, entre otros (Fundación CANNA, España).

En mi opinión y así lo indica la ONU, el consumo lúdico de la marihuana debe prohibirse. Aprobar el consumo lúdico de la marihuana no representará progreso, pero sí causará descomposición social.

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