Elisa Pinto era la dermatóloga de moda entre las élites madrileñas hasta que la tiznó el escándalo. El inicio de esta trama se remonta al 24 de octubre de 2017, cuando la atractiva doctora acusó de acoso sexual al empresario Javier LópezMadrid, esposo de la hija del fundador del imperio multinacional de la construcción OHL, Juan Miguel Villar Mir, amigo íntimo, al igual que su yerno, de la casa real española. López Madrid, por su parte, la emprendió contra la doctora Pinto con acusaciones similares, a grado tal que el excomisario José Villarejo, contratado para el caso como investigador privado, le clavó un puñal con el mensaje “López Madrid quiere que te calles la boca” (https://bit.ly/2BfBmaZ).

Esta historia, aún sin epílogo judicial, potenció la notoriedad mediática de los juicios por corrupción que ya traía tras de sí este personaje, acusado de pagar sobornos para la adjudicación de obras en países como México y millonarias comisiones a quienes le ayudaban a conseguirlas, entre ellos el mismísimo rey emérito de España, Juan Carlos de Borbón.

Apenas el martes pasado, Álvaro de Orleans, primo del monarca español que abdicó a favor de su hijo Felipe VI en junio de 2014, declaró en una fiscalía de Suiza que el hoy rey emérito cobró 4.2 millones de euros (unos 105 millones de pesos) por mediar en una operación inmobiliaria, en la que participó OHL a mediados de la década de los noventa, en Playa del Carmen, Quintana Roo. Aseguró que el dinero fue transferido en 2009, presumiblemente por López Madrid, a la cuenta de una empresa fantasma creada por el monarca español en un paraíso fiscal. (https://bit.ly/2NcNrR3).

Si como afirma Álvaro de Orleans la operación fue a medidos de los noventa, entonces ocurrió en el tramo final del gobierno de Carlos Salinas de Gortari con quien Juan Carlos de Borbón estableció una sólida relación que, en lo político, tuvo su más clara expresión en la Primera Cumbre Iberoamericanaque ambos promovieron y que se realizó en Guadalajara en julio de 1991. Quintana Roo era gobernado en esos tiempos por Miguel Borge Martín, un incondicional del entonces mandatario mexicano y tío, por cierto, de otro exmandatario de esa entidad, Roberto Borge, hoy procesado en México por desvío de fondos públicos hacia negocios particulares, y quien junto con Javier Duarte, de Veracruz, (también vinculado a proceso por diversos latrocinios) y César Duarte, de Chihuahua, (prófugo de la justicia) fueron presentados como la nueva sangre priista que regresaba al poder con el expresidente Enrique Peña Nieto.

Cuando éste estaba en campaña hacia la presidencia en 2012, el español Javier López Madrid era consejero de Administración de OHL desde donde se proyectaba como sucesor del dueño de la constructora, su suegro Juan Miguel Villar Mir. Compartía asiento con Emilio Lozoya Austin (hoy detenido y sujeto a extradición en España), quien dejó el cargo para incorporarse a la campaña de Peña Nieto y luego, ya como director de Pemex, entregó contratos petroleros a OHL y presuntamente recibió sobornos de la brasileña Odebrecht, en el contexto de la reforma energética.

Pero las relaciones de poderosas empresas españolas supuestamente basadas en el tráfico de influencias no fueron exclusivas de los gobiernos priistas de Salinas y Peña. En el ínterin, se fortalecieron con los gobiernos panistas. Una de las favoritas de Vicente Fox fue la empresa de energía Iberdrola, relación que se profundizó con Felipe Calderón a grado tal que quien fuera su secretaria de Energía, Georgina Kessel, y él mismo, formaron parte, concluido el gobierno, de su Consejo de Administración.

A juicio de AMLO, según sus declaraciones en la conferencia de prensa matutina del miércoles pasado, Iberdrola tiene en México el monopolio de la industria eléctrica y ataca a su gobierno, junto con OHL y la petrolera Repsol, por su política de limpiar la corrupción en ese mercado, ordenarlo y defender los intereses de la CFE y Pemex.

Esta trama de corrupción, tráfico de influencias y negocios millonarios podría servirle a usted para el análisis del por qué la andanada emprendida por López Obrador el miércoles pasado contra esos poderosos intereses empresariales españoles y el mismísimo rey emérito.

Instantáneas:

1. PREOCUPACIÓN. La industria farmacéutica mexicana quedó muy preocupada tras la videoconferencia que sostuvo ayer con el presidente de la Comisión de Economía del Senado, Gustavo Madero, y en la que le informó que ya está dictaminada la nueva Ley de Propiedad Industrial que en período extraordinario debe aprobar el Congreso como parte del paquete de ajustes negociados para la entrada en vigor del T-MEC. Y es que, al ampliarse los periodos de vigencia de las patentes de medicamentos de laboratorios transnacionales, se pone en riesgo el abasto de genéricos de calidad a precios hasta 70% más bajos, el desarrollo de esa industria mayoritariamente nacional y los miles de empleos que genera. La AMELAF se quejó de que en las consultas sobre el tema solamente se les haya convocado en una ocasión mientras que fueron repetidas y exhaustivas las que sostuvieron con la industria transnacional.

2. ANTIVENENO. Los efectos de una picadura de la presunta BOA (Bloque Opositor Amplio) busca contrarrestarlos la 4T con una especie de alianza antiveneno que ayer formalizaron Morena, el PT y el Partido Verde de cara a las elecciones intermedias de 2021. Falta un año para esos comicios y todavía es muy pronto para saber qué tanto afectarán a AMLO los efectos de la pandemia del coronavirus y lo que desde ya se ve como sus desastrosas consecuencias económicas. Pero, como el Presidente ya puso en verde el semáforo electoral, se puede percibir que las fuerzas políticas ya se mueven hacia un escenario en que se confrontarán dos bloques, sobre todo en la disputa por la mayoría en la Cámara de Diputados: El de la 4T y sus partidos afines congregados en torno a la figura de AMLO y si es que la fractura de Morena no lo descarrila; y el famoso BOA en el que el PAN lleva la mano como principal fuerza política de oposición y al que se sumarían el MC, el PRI y el PRD, éste último ya casi inexistente y que en su alianza de la elección anterior le restó más que sumarle al blanquiazul.

3. LIDERAZGOS DIGITALES. LA-AGENCIAMX.com dio a conocer ayer su análisis de liderazgos digitales que mide la influencia y presencia en la red de los gobernadores de los estados. En cuanto a influencia en Twitter, en una escala en la que 100 es el máximo puntaje, está por delante la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum (95), seguida por los gobernadores del Estado de México, Alfredo del Mazo (93); Hidalgo, Omar Fayad (92); Jalisco, Enrique Alfaro (91), y Tamaulipas, Francisco Javier Cabeza de Vaca (90). En esa misma red social, pero en cuanto a seguidores, encabeza el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco (2.3 millones) seguido de la jefa de gobierno de la CDMX (1.1 millón); el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez “El Bronco” (724.1 mil); el del Estado de México (487.8 mil) y el de Jalisco (478.4 mil). En Facebook gana en seguidores el gobernador de Nuevo León (2.8 millones) seguido por el de Hidalgo (1.8 millones), el de Baja California, Jaime Bonilla (1.7 millones); el de Sinaloa, Quirino Ordaz (1.7 millones); la de Sonora, Claudia Pavlovich (1.2 millones); el del Estado de México (1.1 millones) y el de Jalisco (1 millón).

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