Tras las elecciones intermedias, nos encontramos con varias preguntas, como: ¿cuál fue el escenario que se configuró en Querétaro? Antes que todo, es importante reconocer la amplia participación electoral que tuvo el país en estas elecciones intermedias, y en dicha entidad no fue la excepción.

A pesar de encontrarnos aún en pandemia, con el 52.2% de participación electoral en el estado, el compromiso de los ciudadanos se plasmó en los comicios del 6 de junio, en los que se votó por la gubernatura del estado, los 18 municipios, el congreso local y diputaciones federales.

¿Cómo resultó la votación y qué implicaciones conlleva?

En cuanto a la gubernatura, no hubo sorpresas, es decir, la estructura del PAN y la estabilidad relativa que ha brindado el partido en el estado propició la continuidad en Querétaro ante las demás fuerzas políticas que no terminaron por convencer a la mayoría del electorado en la entidad. Esta situación también se logró en Chihuahua, pero en otras latitudes del país no fue el caso, y como resultado se aminoró de diez a ocho la cantidad de estados gobernados por el partido blanquiazul.

El año pasado todavía se mantuvo la esperanza de que en Querétaro hubiese una transición política, llegando Morena a la mayor plataforma política de la entidad. No obstante, las erróneas decisiones del partido, llevadas a cabo por Mario Delgado y que desoyeron las ideas y propuestas de los militantes y simpatizantes de Morena en Querétaro, cobraron también factura el día de las votaciones. El perfil de la candidata morenista fue un claro dedazo desde las cúpulas más elevadas del poder morenista, obedeciendo a intereses y no al clamor de los verdaderos seguidores del partido. Nuevamente lo menciono: Gilberto Herrera o Santiago Nieto habrían dado una pelea mucho más cercana.

Con respecto a los municipios, el resultado es interesante: 12, entre coaliciones y presencia individual, serán controlados por el PAN, mientras que dos fueron los obtenidos por el PVEM, uno tanto el PRI como Morena y otros dos fueron ganados por candidatos independientes. Se presenta continuidad en la mayoría de los ayuntamientos, aunque también la transición política se dará cita en otros. No obstante, lo importante a recalcar aquí es el mantenimiento en el número de candidatos independientes que vencieron.

Finalmente, tenemos a los diputados federales y locales. En cuanto a los primeros, los electos en Querétaro para formar parte de la Cámara

Baja representan un contrapeso para el poder político hegemónico materializado en la cantidad de curules de Morena. Esta situación es sana para la democracia, pues se evita concentrar el poder en unos cuantos y promueve el diálogo para generar un consenso y evitar decisiones unilaterales.

No obstante, una situación diferente se gestó para los diputados locales de Querétaro. Es el PAN quien ha obtenido más curules para el congreso local, dominándolo. Lo que se logró conseguir en la Cámara de Diputados, no se pudo encontrar en el Congreso local del estado, lo que significa que esa comunicación y diálogo serán mínimos y las decisiones unilaterales del PAN podrían ser numerosas. Hay que ser conscientes de ello: si pedimos equilibrio y contrapesos, que aparezcan en todos los espacios.

Escritor e historiador | niels.rosas@gmail.com

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