La Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), la Rectora Teresa García Gasca, la comunidad estudiantil y jóvenes usuarios del transporte ratificaronque son un contrapeso al gobierno estatal encabezado por Francisco Domínguez Servién.

El mandatario, su gabinete, militantes del partido político del gobernador y simpatizantes o defensores de su administración evidenciaron que no solamente le tienen temor a las acciones colectivas y organizadas de los universitarios, sino que les faltan argumentos cuando se muestran las equivocaciones u omisiones a lo largo del sexenio, en problemáticas sociales y de interés público como el transporte, el presupuesto y la inseguridad.

¿Por qué el gobernador niega o rechaza hablar y dialogar sobre el presupuesto con integrantes del Consejo Universitario durante una sesión del mismo Consejo? ¿Por qué insiste en querer individualizar la decisión del presupuesto para el próximo año, en la Legislatura?

Si del transporte público se trata, problemática social que estuvo en la agenda de la sociedad, los medios y el gobierno toda la semana que hoy concluye, los hechos y las expresiones ciudadanas ganaron frente al intento de reacción del IQT y el gobierno estatal.

Estudiantes de la Universidad, respaldados anímicamente y en la calle por otros sectores sociales, mostraron su capacidad de convocatoria, organización y fuerza social, al caminar por 5 de las principales vialidades del primer cuadro de la ciudad (lateral 5 de febrero, Universidad, Ezequiel Montes, Zaragoza y Constituyentes) para manifestar su repudio e inconformidad por la eliminación de la llamada “tarifa preferencial”.

Ni el calor, ni escuchar la molestia de automovilistas en “hora pico” —molestia que dicho sea de paso, en más de un caso se dirige ahora hacia el gobierno estatal—, detuvieron la energía y los reclamos de los estudiantes. Ocuparon todos los carriles de Constituyentes en ambos sentidos, afuera de las oficinas del Instituto Queretano del Transporte (IQT), que tenía las puertas cerradas en horario laboral. Esto lo convierte en un hecho altamente simbólico.

Usted tal vez se preguntará qué hace o hizo el gobierno estatal frente a ello. Reacciona y emite intentos de respuesta o anuncios, pero en la lógica de los medios y no de la ciudadanía, para tratar de aminorar el descontento.

A través de una cuenta oficial de plataformas digitales, el mandatario Francisco Domínguez anuncia que se regresará a la tarifa de 4 pesos para estudiantes. No se presenta a dialogar, ni tampoco da visos que le importe hacerlo. Por su parte, el secretario de desarrollo social señala que mañana lunes 26 de agosto, sostendrán una mesa o reunión.

Voces que tienen eco en la mayoría de los medios de comunicación, mientras buscan la manera de desacreditar o restarle peso y credibilidad a la marcha de estudiantes.

Sin aprender de errores de anteriores gobiernos, la administración a cargo de Francisco Domínguez Servién apuesta a que vía medios de comunicación, la población se va a convencer que realmente están solucionando el problema del transporte.

Al viejo estilo o modelo de propaganda, más de un locutor radiofónico de espacios noticiosos trató de justificar las acciones y el discurso del IQT, en emisiones del lunes 19 y viernes 23 de agosto, al mismo tiempo que intentaron culpar a los jóvenes estudiantes de la Universidad, por las consecuencias de una problemática que no ha resuelto el gobierno de Francisco Domínguez.

En intervenciones y palabras que podrían merecer “el chayo de oro”, los locutores cayeron en el juego que quiere gobierno, pero las audiencias difícilmente creerán las mentiras y la mayoría de las palabras. De credibilidad mejor ni hablar.

Estos hechos solo reflejan que los estudiantes y la Universidad le están ganando la batalla simbólica al gobierno estatal.

Dejaremos pendientes de análisis las problemáticas de inseguridad y violencia de género, que también está lejos de resolver el gobierno estatal, para futuros escritos.

Coordinador del CUPI

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