La Torre Latinoamericana ha sido un ejemplo para el mundo de lo que la ingeniería civil en México es capaz de realizar, entre otras obras que son ejemplo de la ciencia, tecnología e innovación. Además de otros destacados ingenieros y arquitectos mexicanos, participó el Dr. Nathan M. Newmark de la Universidad de Illinois (EU), quien asesoró sobre el tema anti-sismo del proyecto.

El Dr. Leonardo Zeevaert Wiechers (Ingeniero Civil por la UNAM y Doctor por la Universidad de Illinois), fue el primer profesor de mecánica de suelos e ingeniería de cimentaciones en la Facultad de Ingeniería de la UNAM, de origen veracruzano y mi maestro de cimentaciones en el posgrado realizado en esa gran institución. El Dr. Zeevaert resultó fundamental en la realización del estudio de mecánica de suelos, así como en el análisis y en la determinación de la cimentación necesaria para asegurar el buen comportamiento del edificio, considerando la gran complejidad del subsuelo blando de la Cd. de México, el hundimiento regional del Valle de México a causa de la subsidencia y el enorme riesgo sísmico de la zona; asimismo, el ingeniero Eduardo Espinoza fue el responsable de los cálculos estructurales.

Para erigir este edificio de 40 pisos se diseñó una cimentación parcialmente compensada y con pilotes de punta apoyados en la primera capa dura de 4m de espesor, formada por arena compacta, la cual se encuentra a 33m de profundidad en el sitio del emplazamiento en el centro de la ciudad, en la esquina de Francisco I. Madero y Lázaro Cárdenas, frente al Palacio de Bellas Artes. La compensación parcial de la cimentación se logra gracias a un cajón de concreto armado desplantado a 13m de profundidad que aprovecha el efecto de flotación que ejerce el agua freática (Principio de Arquímedes), y la diferencia de la descarga del edificio se transmite a los pilotes de punta.

El Ing. Adolfo Zeevaert Wiechers (Ingeniero Civil por la UNAM), hermano del Dr. Leonardo Zeevaert, fue el primer ingeniero en el mundo que diseñó dinámicamente edificios.

El Dr. Leonardo Zeevaert, profesor emérito por la UNAM, plasmó su experiencia como profesional, investigador y maestro en su libro Foundation Engineering for Difficult Subsoil Conditions (Ingeniería de cimentación para condiciones difíciles del subsuelo), 1973. Su segundo libro lo publicó en 1980, “Interacción Suelo-Estructura de Cimentaciones” y el tercero lleva el título “Sismo-geodinámica de la superficie del suelo”, en éste resume su erudición sobre el comportamiento de las edificaciones ante la acción de los sismos de 1985.

La torre ganó prestigio a nivel mundial cuando se supo que resistió el terremoto del 28 de julio de 1957, de magnitud 7.7 (MW), por lo que recibió el premio del American Institute of Steel Construction (Instituto Norteamericano de la Construcción de Acero), por ser el edificio más alto que haya sido expuesto a una enorme fuerza sísmica sin padecer afectaciones y en 1985 la torre soportó bien el terremoto del 19 de septiembre, cuya magnitud fue de 8.1 (MW), evento telúrico que también se sintió en Querétaro; asimismo, en el terremoto ocurrido el 19 de septiembre del 2017, con una magnitud de 7.1 (MW), tampoco sufrió daños.

Ex Rector de la UAQ 
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