La semana que concluye comprobamos el peso del mercado de la confitería con la operación millonaria que significó la venta de la división de dulces y chocolates de grupo Bimbo a un conglomerado multinacional. En contrasentido, el que una empresa mexicana se encamine a su primer centenario de vida productiva en este nicho de la dulce tentación, sin variar o dar marcha atrás en sus recetas originales y en sus líneas de productos, más de 150, para desarrollar una expansión prometedora, a sus 92 años de historia, es de aplaudir el abolengo comercial y de negocios sostenido por la marca potosina, Costanzo.

Su director general, Gerardo Díaz Infante, comentó que es muy difícil llegar a ser una buena marca, y aún más difícil mantenerse; “en estos tiempos, Costanzo  pese a la adversidad, se ha mantenido en la preferencia del paladar de sus consumidores”.

Recorrí el Centro Histórico de Querétaro, y al llegar a su andador 16 de septiembre, a espaldas del Palacio de Gobierno, una “tienda de emociones”, así definió su gerente de ventas y mercadotecnia, Alejandra Marroquín, la oportunidad de probar un chocolate real en nuestra visita y con ello, el recuerdo, la evocación de un episodio en la vida.

Como en la entidad queretana, la firma potosina suma robusta presencia en casi una decena de estados con sucursales propias, distribuidores y también, franquicias. La directiva confirmó que en este momento, Costanzo abre puertas a inversionistas interesados en el Bajío, para una expansión en “espiral”, que cubra aquellas localidades que rodean a la capital que dio origen a esta fábrica de chocolates y dulces. Marroquín  expreso el interés del corporativo por sumar franquicias en Ciudad de México y Guadalajara. Consideró que se está en buen momento, pues el estudio de factibilidad toma tiempo.

La responsable de ventas de la firma, nos respondió que la principal vocación que debe tener quien busque ser su franquiciatario es el conocer su producto, “es básico, que sean consumidores del mismo, porque sus sensaciones las transmiten al consumidor final”.

Costanzo, reveló que desde hace siete años, con asesoría de Femsa en puntos de venta, y de la consultoría de Gallasteguia Armella Franquicia para el propio modelo de negocio, comenzó a revisarse la posibilidad del desarrollo como franquicia. “En un principio estuvimos un poco cerrados, vivimos muchas reuniones, pero quisimos potencializar la tradicional boutique de una dulcería y luego de estudios y profesionalizar esta parte, salimos adelante y hoy, vamos caminando con inversionistas interesados en este noble negocio”.

La gerente de ventas y mercadotecnia de la empresa reveló que hay flexibilidad en cuanto al tamaño de una sucursal y esto ha sido funcional, pero existen unidades grandes que tiene entre 90 y 100 metros de superficie, y todas se han ido tecnificando, con operación más fluida, aseguró. Alejandra Marroquín, terminó nuestra charla al señalar que Costanzo trabaja para ser más rentable y en cualquier parte de la República, dar más certeza a sus inversionistas.

La firma recién inauguró su nueva planta fabril, mucho más tecnificada pero en la que aún se elaboran a mano productos y ello, bajo la entrega de 300 mujeres que así llevan el sustento a sus familias.

Felicidades a una franquicia que asegura “ser más dulce que el beso de una novia” y que para fortuna entra a su temporada de altas ventas. ¡Ojalá y los mexicanos degustemos más chocolate nuestro que tiene lo suyo!

lafranquiciaquebuscas@gmail.com

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