Seguramente usted recuerda ese programa de concursos donde una inquisidora conductora cuestionaba a sus participantes y quién más puntaje tuviera tenía la opción de eliminar a uno de sus rivales para que no le representara competencia al final. Pues algo así acaba de suceder en Querétaro con las designaciones a candidatos a gobernador.

Nuevamente, el gran elector sorprendió y al final, la elegida para la candidatura de Morena a la gubernatura no fue ni Santiago Nieto, quien parecía el candidato más obvio, ni Gilberto Herrera que despuntó tras el descarte de Nieto; sin embargo, la semana pasada, la encuesta de Morena, seguramente hecha por la falange, falangina y falangeta del presidente de la República, designó como candidata a la rival más débil: Celia Maya.

Aunque no conocemos la encuesta de Morena, el partido señala que la candidata debe ser la magistrada en jubilación, quien ya en dos ocasiones ha competido para la gubernatura, primero por el PRD y recientemente por el movimiento del presidente López Obrador, Morena, sin que en ningún caso pasara de ser una campaña testimonial, como otras de la izquierda en Querétaro, y quedara en un muy lejano tercer lugar sin levantar entusiasmo más allá de los fieles parroquiales de la izquierda.

Aunque, la protesta llevada a cabo por los fieles seguidores del exrector Gilberto Herrera, en donde exigían transparencia en la encuesta, ya pone en duda que Celia Maya pueda tener todo el apoyo de la militancia morenista pese al llamado a la unidad que el propio Herrera hizo a sus seguidores en una clara muestra de pragmatismo político y disciplina partidista, tal y como lo marcan los cánones clásicos de la política mexicana que dicen que hay que saber tragar sapos sin hacer gestos.

¿Pero la base morenista estará dispuesta a tragar sapos y apoyar a la rival más débil para la gubernatura, sobre todo cuando sentían que tenían a por lo menos a dos candidatos que pudieran dar pelea al partido en el poder estatal?

¿Siendo Querétaro uno de los pocos estados donde Morena no aventaja en las encuestas  y que además no es clave ni tiene gran peso electoral, el partido del presidente optó por dejarlo a la deriva y concentrar fuerzas en otros estados?

Pues así cerramos el año, con un PAN cerrando filas en torno a Mauricio Kuri, aunque dañado en su credibilidad por los videoescándalos donde se vieron involucrados funcionarios cercanos al gobernador Domínguez y con Morena dividido donde hasta el sábado había protestas por el método de selección de la candidata. Falta por definirse quien aspira por el PRI para tener la tercia de ases a la gubernatura. 

Google News