Asistir a las localidades que se ubican al interior del estado de Querétaro siempre es un gusto y motivo de orgullo, más cuando se puede disfrutar de la calidez de su gente a la par de sus riquezas naturales y culturales.

También es ocasión para reconocer las necesidades que éstas presentan y en las cuales, la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) tiene el deber y compromiso de incidir con su labor docente, su quehacer científico y haciendo extensivas sus aportaciones en el ámbito social, de la salud, la cultura y las artes.

La apertura de los campus en San Juan del Río, Amealco, Cadereyta y Jalpan; así como de los planteles de la Escuela de Bachilleres “Salvador Allende” en San Juan del Río, Colón y Pedro Escobedo, nos ha permitido a los universitarios tener un pie en el “otro” Querétaro, espacio con una riqueza social única y que forma parte del México de más de 50 millones de mexicanos, que viven en poblaciones menores a 1 millón de habitantes, que tienen necesidades y aspiraciones de progreso importantes, es por ello la prioridad de la universidad en trabajar por la consolidación de estos espacios de educación superior y media superior como sitios estratégicos que contribuyan al desarrollo regional de la entidad.

Dos terceras partes de los jóvenes que cursan algún programa académico en nuestra Casa de Estudios, son universitarios de primera generación.

Ese porcentaje se incrementa en esos campus, donde los padres de familia reiteradamente expresan el orgullo de que sus hijos cuenten con la oportunidad de acceder a una educación que ellos no tuvieron. Esto nos obliga al agradecimiento por la confianza en nuestra institución y el compromiso que asumimos con la certeza de que sus hijos serán parte del progreso de sus localidades.

De nuestro campus más antiguo, el de San Juan del Río, han egresado a connotados queretanos como el caso del ex presidente municipal de Amealco, ahora diputado local, Rosendo Anaya, o del actual alcalde de Tequisquiapan, Antonio Macías, estamos seguros que el mismo futuro tendrán los egresados de los demás campus.

Una de las grandes riquezas que tenemos en los municipios es la solidaridad con el otro, en mi última visita al Campus Semidesierto (que se ubica en el municipio de Cadereyta) una madre mostraba su preocupación por no poder ofrecer un transporte que acerque a su hija de nuevo ingreso a la escuela, un papá que no tenía el gusto en conocerla ofreció de inmediato su casa para que su hija tuviera comida y techo durante sus estudios. Ejemplos como estos no son fáciles de encontrar hoy en día en la ciudad de Querétaro. Esa confianza en el prójimo es algo que estamos perdiendo en la capital de nuestro estado, es imperativo que rescatemos esta riqueza social que era parte del Querétaro de hace 25 años.

Los universitarios estamos comprometidos: en la consolidación de los campus ya existentes; y en tener presencia en otros municipios, a través de proyectos como los que se planea en Arroyo Seco, donde el apoyo de la administración municipal ha sido crucial, y en el cual se contempla una inversión de 20 millones de pesos; se hará investigación que esté ligada al sistema productivo local, para ello, se analizarán las actividades productivas de la región, y será precisamente esta labor que ahí se realice, la que permitirá mejorarlas.

Si bien el proyecto contempla ofrecer una Ingeniería Agropecuaria, ésta deberá trabajar de manera interdisciplinaria y transdisciplinaria con las carreras de Historia y Antropología, con el propósito de rescatar las tradiciones de producción primaria, y no copiar otras que no corresponden a las condiciones de la región.

Es decir, no se trata de llevar solamente ingenierías, sino que sus saberes y conocimientos se puedan compartir con las ciencias sociales y humanidades, para lograr el desarrollo social y económico al que todos aspiramos. El desarrollo de una región debe verse como es el cuerpo humano, las ciencias son los brazos y piernas para movernos, las ciencias sociales los ojos para ver a dónde dirigirnos y las humanidades son el corazón para hacer de nuestro desarrollo una verdadera obra de arte.

La Universidad Autónoma de Querétaro trabaja para que la gente se quede en sus municipios y aporte conocimientos para su progreso. Así podrán seguir disfrutando y compartiendo de sus generosos pobladores y paisajes inigualables: las tonalidades del color verde que hay en Jalpan; la magia del mármol en Cadereyta, la riqueza indígena de Amealco, la cantera en Pedro Escobedo y las artesanías de San Juan del Río y Tequisquiapan, por nombrar solo algunos de los tesoros, patrimonio de todos los queretanos.

Rector de la Universidad Autónoma de Querétaro

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