Cuando el patito feo se convierte en cisne, entonces todos miran atrás y reconocen la gran historia de superación. Porque todo parece imposible hasta que alguien lo logra. Y es que el equipo de Víctor Manuel Vucetich no ha podido ser protagonista dentro de la Liga Mx, pero en la Copa ya es finalista.

En realidad el equipo queretano jamás ha sido tan mediático como quisiera. A excepción de momentos determinados en que acaparó los reflectores; como cuando fichó a Ronaldinho o llegó a la final del Clausura 2015, ha vivido con poca atención en cuanto a los medios de comunicación se refiere.

Esta final de Copa Mx es precisamente uno de esos contados momentos en que los focos de las cámaras y los deslumbrantes reflectores apuntan a Querétaro.

Representa, para toda una institución, la oportunidad de seguir cambiando su historia. Es cierto que Roma no se hizo en un día, pero sí en pequeños pasos que a la larga se convirtieron en enormes avances.

Gallos Blancos ha pasado gran parte de su historia “tras bambalinas”, sin llamar la atención de los de afuera, pero después de tocar fondo en el descenso el cambio se va consolidando con pasos pequeños pero firmes.

Experiencia al mando

Si de finales se trata, a Víctor Vucetich le arrastra el colmillo y aunque no tuvo éxito en la final de Liga que sostuvo ante Santos, ahora el futbol le ha regalado una extraordinaria revancha. De levantar la copa junto a sus pupilos estaría legitimando el gran trabajo que ha realizado desde su llegada al club.

La otra cara de la moneda

Mientras tanto, Chivas ha aguado la fiesta de los del Centenario. La vida es una rueda de la fortuna, a veces estás a bajo, otras arriba. Desafortunadamente para el América, en pleno festejo de sus cien años, le tocó estar en lo más profundo.

Cambios en la dirección técnica, la eliminación de la Copa y un draft de bajo perfil han matizado el festejo. La más dolida, por supuesto, es la afición.

Pero a Chivas eso no parece importarle mucho. Ellos están decididos a ganar los dos títulos de este Apertura 2016 para poner la cereza del pastel amarillo.

Tiempo agregado: La fiesta en la Corregidora estará guardada en la memoria de los aficionados blanquiazules por mucho tiempo... ¿Podrá Vucetich imponer su experiencia ante Almeyda?