No recuerdo que haya habido en Notimex un escándalo de esta magnitud. Coordinados por el director de Noticias Internacionales, Erick David Muñiz Soto, trabajadores de la agencia abrieron el chat “The Avengers N”. Ahí se indicaban los nombres de periodistas, políticos y exempleados de Notimex que debían recibir “cariño” por criticar a la directora, Sanjuana Martínez, o cuestionar la información difundida por la agencia.

Los rumores de que esto estaba ocurriendo corrían desde hace más de un año. Se sabía, por ejemplo, que en las órdenes de trabajo, la directora incluía “recomendaciones” para que los reporteros golpearan a quienes le resultaban incómodos.

En la columna Crimen y castigo, del 20 de mayo de 2019, EL UNIVERSAL denunció la manera en que Martínez utilizaba la agencia para dirimir rencillas personales.

Una investigación de Artículo 19, Aristegui Noticias y Signa_Lab terminó de desenmascararla hace unos días.

Reveló la manera en que en Notimex se emplearon recursos públicos para orquestar, desde cuentas falsas, ataques en Twitter contra las periodistas Marcela Turati, Lydia Cacho, Dolia Estévez, Blanche Petrich, Anabel Hernández, Carmen Aristegui y Guadalupe Lizárraga.

Fueron “atendidos” también por personal de la agencia Irving Pineda, Julio Patán, María Scherer, Enrique Krauze, Álvaro Delgado, Julio Hernández López y Juan Omar Fierro.

De acuerdo con la información recabada por Artículo 19, Signa_Lab y Aristegui Noticias, la red de bots de Sanjuana fue empleada también para ensalzar supuestos logros tanto de la agencia como de su directora.

La investigación recopiló las capturas de pantalla en las que se impartían las órdenes de ataque y se proporcionaba a los empleados algunos de los argumentos que deberían esgrimir desde las cuentas falsas: “Hola Avengers me pide Erick que le demos con todo lo que tengamos a este reportaje de Proceso”.

Otros blancos de Sanjuana fueron o son los integrantes del sindicato de Notimex, con el que la funcionaria sostiene una querella legal, tras más de 400 despidos presuntamente injustificados. Desde las cuentas se atacó incluso a miembros de la 4T, con los que Martínez ha sostenido diferendos (se ha recordado uno con el secretario de Educación, Esteban Moctezuma).

Un clima de verdadero terror se instaló en la agencia desde que Martínez llegó a hacerse cargo de esta. De manera anónima, varios periodistas intentaron acercamientos con los medios, a fin de ventilar la cascada de irregularidades que hoy se viven en ese sitio.

Extrabajadores de Notimex entrevistados por Artículo 19 relataron la manera en que se les acosó y difamó en redes sociales. En algunos casos sus cuentas fueron hackeadas para extraer imágenes personales.

Tras analizar tuits generados en los últimos tres meses de 2019 por las cuentas empleadas para el acoso, Signa_Lab concluyó que estas respondían “a la ejecución de acciones altamente coordinadas y organizadas en Twitter”.

Según información publicada en Proceso, “estas cuentas solo difunden información específica y se trata de ataques a quienes critican a Sanjuana Martínez y su gestión al frente de Notimex y para atacar al Sindicato de Notimex”.

Los datos fueron recabados por profesionales y están totalmente a la vista. Al hacerse públicos, removieron antiguas historias de acoso cuya protagonista fue Martínez. La periodista Roberta Garza recordó el ataque al que la sometieron las redes de Sanjuana, por negarse a publicarle en Milenio un texto sin fuentes; salieron a la luz los ataques que la premiada Marcela Turati sufrió en 2013, cuando quedó en la mira de la hoy funcionaria.

Carmen Aristegui fue linchada de manera espeluznante en las redes por dar a conocer esta información. Se atacó también a Ana Cristina Ruelas y Rossana Reguillo, de Artículo 19 y Signa_Lab. Martínez sostiene que todo se trata de un “injusto” linchamiento mediático y que no se detendrá “para seguir con la misión que le encomendó el presidente Andrés Manuel López Obrador de sanear y transformar esa empresa en la mejor agencia de noticias de habla hispana”.

En cada entrevista, la funcionaria ha tratado de victimizarse, y de llevar la conversación hacia el tema de su supuesta lucha por sanear la agencia. En el centro de todo está, sin embargo, la necesidad de una investigación sobre lo que Artículo 19, Signa_Lab y Aristegui Noticias han revelado: la articulación de una red, desde la agencia oficial del Estado, para silenciar periodistas y dañar la reputación de opositores políticos y empleados sindicalizados.

Ahí están las capturas de pantalla y los testimonios. Apartar la vista de esto solo es fomentar la corrupción y alentar la impunidad.

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