No soy un experto en futbol, pero tampoco estoy de acuerdo con aquellos “analistas” que generan altas expectativas con la participación de la Selección Nacional en el próximo Mundial. Deberían irse con más cuidado, aunque me queda claro que es parte de la estrategia para enganchar a la gente con este evento, ya sea para que lo sigan por televisión o incluso, que hagan el viaje gasta Rusia, aunque después no tengan para pagar lo que gastaron.
Es importante poner los pies en la tierra, y ubicar al público en la zona en la que el balompié mexicano se encuentra, con relación a las verdaderas potencias. Y no es ser negativo, es ser responsable y no dejarse llevar por los jilgueros del futbol mexicano, esa gente que comenta las “altas” posibilidades de este equipo solamente por ir con el negocio, vendiendo que se llega al famoso quinto partido.

Lo que leerán en las siguientes líneas, me puede poner como un personaje muy negativo, pero como veo el futbol a nivel mundial, para el primer partido contra Alemania no tenemos ninguna oportunidad de ganar.  Ante Suecia, si bien nos va, se puede sacar un empate, pero no el triunfo, y en el juego frente a Corea, que dicen que es la más floja... ya veremos.

Llegar al quinto partido es la ilusión de muchos comentaristas y por supuesto, de la mayoría de los mexicanos... no puedo negar que a mí también me gustaría que eso sucediera, pero después de ver lo que ocurrió en el amistoso ante Croacia y de escuchar las declaraciones del técnico, Juan Carlos Osorio, queda claro que algo no está funcionando y no se dan o no se quieren dar cuenta.

Claro que existe el lado opuesto a los porristas de la selección y son aquellos que insisten en cortarle la cabeza a Osorio, cuando tampoco se trata de eso, mucho menos a un par de meses de que inicie el Mundial. Sería un error quitarlo para meter a Miguel Herrera, a Ricardo Ferretti o a algún otro, de los que se mencionan. Ese trabajo de análisis es de la Federación Mexicana de Futbol, pero una vez que finalice la Copa del Mundo.

La realidad es que los mexicanos soñamos con el quinto partido, cuando debería  preocuparnos más que hagan bien las cosas en los primeros tres juegos. Porque si bien es cierto que la eliminatoria fue sencilla, esto no quiere decir que estamos al nivel de otros equipos que sí son favoritos.

Se vale soñar, ese es el pan de cada día de los mexicanos, ojalá me equivoque y lleguen al quinto partido, pero está complicado, a pesar de que muchos de los que se han convertido en jilgueros, no ven las cosas como son e insisten en pintarnos a un equipo que está dentro de las potencias. Vámonos con calma en espera de que se den buenos resultados, pero sin engañar.

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