El drama no terminó con las reñidas elecciones presidenciales en Estados Unidos, ni con el sorprendente triunfo de Donald Trump sobre Hilary Clinton. El verdadero drama -al menos en cuanto a lo deportivo se refiere- comenzará esta noche cuando México intente vencer a la selección  de las barras y las estrellas en Columbus.

Y es que ese mismo escenario ha sido recreado en un sinfín de ocasiones. Jurgen Klinsmann y todo su crew no tienen un pelo de tontos. Le han tomado la medida a los mexicanos en esa cancha y no tienen la más mínima intención de cambiar de sede mientras que sus más grandes rivales en el área de Concacaf  no encuentren la clave que les permita vencerlos.

Una, dos, tres y hasta cuatro enfrentamientos, pero la historia es siempre la misma: los tricolores no han logrado revertir las malas estadísticas en aquél lugar. Sin importar quién esté en el timón del equipo; la cancha, el estadio y la ciudad, han mostrado una hegemonía sobre la oncena mexicana.

Un poco de historia…

Pareciera que los seleccionados nacionales no han logrado tener ni un poco del carácter aguerrido de Pancho Villa en épocas Carrancistas, cuando venció al ejército de los Estados Unidos en la Batalla de Columbus.

El famoso “Dos a cero” se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para México en eliminatorias mundialistas y esta noche ese fantasma seguirá a los pupilos de Juan Carlos Osorio, a menos que el estratega encuentre entre sus múltiples apuntes el secreto que marque el rumbo de la historia.

La sorpresa

Hablar de Juan Carlos Osorio es sinónimo de sorpresa. Cada convocatoria integra nuevos elementos a la anteriormente limitada estirpe de jugadores que podía nombrarse “seleccionado nacional”. Bien comentó Ángel Sepúlveda, jugador de Gallos Blancos, en una entrevista concedida a ESPN “La selección de Osorio es de hombres y no de nombres”:

Pocos se han atrevido a revolucionar la lista de convocatoria como lo ha hecho Osorio. Otros entrenadores preferían conformarse con los sobre publicitados mismos jugadores para hacer de la selección un pequeño grupo al que pocos podían aspirar. Ahora la oportunidad de defender la camiseta de la selección está al alcance de todos los que se encuentren en condiciones óptimas.

De cambiar la historia en Columbus, Osorio y su grupo de trabajo podrían probar que su técnica funciona, pero…si la historia vuelve a ser la misma ¿estaría poniendo en riesgo su continuidad?

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