El estudio publicado por Bloomberg News, respecto al desempeño de varios países frente a la pandemia, ha traído muchos comentarios y reflexiones. Y es que México quedó, ni más ni menos, que en el último lugar de un ranking de 53 naciones, por debajo de Perú, Colombia y Venezuela.

La situación es alarmante, pues por más optimista que se muestre el Presidente, la realidad es que los números no ceden y la gráfica de contagios y fallecidos sigue en ascenso. Hemos rebasado el millón de contagios y estamos con más de 105 mil fallecidos, lo que representa una tasa de mortalidad superior al 10%, es decir, de cada 100 personas contagiadas, una no sobrevive.

Sin embargo, eso parece no preocupar a las autoridades, pues la estrategia para atender la emergencia, si es que algún día la hubo, no ha cambiado ni un centímetro. Al parecer, la prioridad es evitar la saturación de los hospitales más que cuidar de los enfermos, o minimizar la pandemia al grado de aceptar a los decesos como “daños colaterales”, lo que es inaceptable.

Para ello, basta dar un vistazo al presupuesto de egresos para el ejercicio fiscal 2021, en donde algo lógico y que, por sentido común, todos esperábamos, una partida especial para la adquisición de vacunas y la atención de la pandemia brilló por su ausencia.

Ello responde seguramente a que destinar partidas a conceptos específicos le quita margen de maniobra a las autoridades. La razón, que el gobierno pueda destinar libremente los recursos; la pregunta es: ¿para qué?

Ahora, el Director General de la Organización Mundial de la Salud, Tedros A. Ghebreyesus, ha lanzado un llamado de alerta frente a la situación que viven México y Brasil, dejando clara la necesidad de “tomar en serio” a la pandemia.

Por otro lado, a nivel local, por fín el gobierno del estado de Querétaro ha emprendido medidas preventivas para combatir la emergencia. El anuncio dado por el Gobernador de la entidad ha dejado claro que ésta es la última oportunidad para evitar el semáforo rojo y el confinamiento forzoso.

Al respecto, algunos expertos consideran que las medidas son puestas a destiempo; sin embargo, lo importante es que ya fueron decretadas y en breves momentos serán aplicadas; aunque cabe decir que algunas no tienen congruencia, como el que los establecimientos comerciales tengan que cerrar a las 20:00 hrs., mientras que restaurantes y centros nocturnos se mantendrán abiertos hasta más tarde.

Al final, la cuestión es que la pandemia nos ha rebasado y el gobierno, sobre todo el federal, ha mostrado ser ineficaz, poniendo atención a otros proyectos o “prioridades” bajo la presunción de que esto es pasajero; no obstante que la emergencia se vive aquí y ahora.

Ante ello ¿Qué nos queda a los ciudadanos? Reforzar las medidas sanitarias, evitar las reuniones innecesarias y, sobre todo, mantener el uso del cubrebocas y el gel antibacterial, pues algo que debemos entender es que salir de este problema, no está en manos del gobierno, sino de todos nosotros.

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