Cuenta la leyenda que hace algunos ayeres, en el año de 1938, el norteamericano Benjamin Zimmer, lingüista de profesión, relató la historia del significado de Weiji, en la editorial de un diario de lengua inglesa para misioneros en China. Dicho término tuvo su momento de éxito cuando el entonces presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy lo mencionó durante un discurso en Indianápolis, el 12 de abril de 1959, sin embargo, especialistas en el tema han aclarado que separando la expresión wei significa peligro, pero ji (pronuciado chi) puede adoptar distintas acepciones y no necesariamente oportunidad, podría ser:  máquina, avión, incidente, ocasión pertinente, secreto, palabra clave y oportuno, hago referencia ya que últimamente se publica esta frase para hacer hincapié al tiempo que estamos pasando debido a la emergencia sanitaria a nivel mundial. Incluso esa misma idea se usó en varias ocasiones por otros presidentes, como Richard M. Nixon y la ex secretaria de Estado estadounidense Condoleezza Rice durante las discusiones sobre el conflicto israelo-palestino, en el 2007. Independientemente de que esta palabra no signifique en su segunda parte “oportunidad” y que algunos cataloguen el mensaje como una falasia, en concreto, lo que el ex mandatario quería era hacer un “llamado a la acción” ante un periodo de cambio y dificultad, nada fuera de la realidad a nuestro actual contexto.

En esta época de contingencia, el sector turístico es sin lugar a dudas uno de los más golpeados, pues pasamos de tener destinos sobre saturados de turismo a no tener ni una sola alma de vacaciones, tal como las películas o los malos sueños en donde pides un deseo y de la noche a la mañana se concede. Tan solo hace no más de tres meses sitios como Palma de Mallorca, París, Dubrovnik, Kioto, Berlín, Bali y Reikiavik habían alcanzado proporciones desmesuradas llegando a 15 millones de pernoctas en sitios como Dubai, dando origen al término “turismofobia” por parte de los habitantes.

Antes de que todo esto sucediera, zonas como Santorini en Grecia, Maya Bay Phi Phi Lee en Tailandia, Brujas Bélgica, Isla de Komodo en Indonesia, la hermosa Venecia, Machu Picchu en Perú, el Taj Mahal y Amsterdam, pedían a gritos controlar las visitas, existían restricciones de tránsito permitiendo el acceso a cierto número de personas por día, además de prohibir el trabajo y uso de plataformas como Airbnb para controlar los accesos, creo que jamás se imaginaron lo que venía.

Por el momento,  el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés)  reporta cerca de 50 millones de empleos perdidos en este rubro, aproximadamente un millón al día en el mundo, a pesar de las nuevas propuestas que se han presentado para la realización de recorridos virtuales, tanto en Pueblos Mágicos como ciudades patrimonio, museos, galerías y teatros.

¿Oportunidad? Me parece un poco aventurado plantear una luz en el camino en este momento, en plena crisis, cuando se sabe que no existe panorama alentador para este sector, al menos no en este año, ya que la mayoría está posponiendo sus viajes para el 2021, sin embargo, sí creo que es un tiempo de reflexión para replantear y hacer un análisis de lo que estamos haciendo bien o mal, hemos visto el descanso de las ciudades, zonas arqueológicas limpias, canales con agua cristalina, un respiro para los destinos mas visitados en tiempos de contingencia.

El sector turismo es resiliente y ha sabido salir resplandeciente después de guerras o desastres naturales, no digo que sea fácil, porque siempre quedan secuelas y detalles a resarsir, a pesar de ello, sé y confío que el turismo es ese gran y maravilloso invento que no le teme a los cambios. ¿Me compartes tu enfoque?

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