No es novedad que el sector turismo está inmerso en tremendo laberinto sin salida, ante esta crisis, que sin aviso cerró fronteras, dejó puertos marítimos y aeropuertos prácticamente inhábiles, hoteles y restaurantes sin servicio, tour operadoras, guías de turistas, parques de diversiones, zoológicos, cabañas, viñedos, queserías, artesanos, comerciantes de alimentos, souvenirs  y más.  Para mí, la frase “nos cayó como balde de agua fría” que utilizó el secretario de Turismo federal, Miguel Torruco, hace unos días se queda corta, tan sólo el Consejo Mundial de Viajes y Turismo admitió que más de 100 millones de empleos en este sector están en riesgo de desaparecer a nivel mundial ante el impacto provocado por la pandemia de Covid-19, que ha dejado a la industria turística sin alternativa y sin saber cómo susbsistir, pues el que miles de personas no puedan viajar y el quiebre de Avianca pone a temblar a más de uno. En este momento el panorama no es nada alentador para las compañías aéreas y mucho menos para las  latinoamericanas, que ven en Avianca un reflejo de lo que podría ser su “nueva realidad” por falta de recursos y de apoyos del gobierno, cosa contraria a lo que se vive en países europeos.

“Pandemia de bancarrotas”, y no lo digo yo, lo predijo la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo, que alertó sobre ello al inicio de la cotingencia, e incluso algunos especialistas asociados aseguraron que las preferidas de los viajeros, las “low-cost” están en peligro de eclipsarse. Apenas durante la semana el gobierno de Colombia precisó que consideraría apoyar a Avianca, lo mismo que el gobierno de Perú, desde luego, reacción demasiado tardía para esta firma que cerró en Perú con despido masivo de empleados. Por otro lado, gobierno y empresas en Brasil, Argentina y Chile ya se encuentran en negociaciones, lamentablemente estancadas. En México ante la peor crisis, han implementado “ofertas”;  Volaris publicó vuelos por 0 pesos más impuestos, servicios adicionales para los viajeros que pertenezcan a su club de lealtad y adquieran sus boletos en jueves, para volar martes y miércoles en el periodo julio-agosto; Interjet publicita viajes sencillos desde 450 pesos para volar desde y a la Ciudad de México en las seis rutas que mantiene activas, con una vigencia que depende de la disponibilidad de asientos, y Viva Aerobús propone traslados para el siguiente año entre enero y marzo, con tarifas desde 298 pesos en vuelos sencillos.

Sin caos no hay orden, lo podemos ver como un gran agujero negro, como una larga y espaciada turbulencia, o como un periodo de crecimiento y oportunidad. Desde luego muchas empresas del sector turismo han adoptado nuevas prácticas, quienes no contaban con el e-comerce y el marketing digital tuvieron que implementarlo y, por supuesto, a los que ya lo tenían, los empujó a renovarse. No me dejarán mentir que muchos pusieron en marcha infinidad de ideas que tenían en pausa, que quizá por miedo o incertidumbre sobre su funcionamiento no echaban a andar,  y este fue el momento preciso parara avanzar con la digitalización que puso una luz al final del túnel. Quien cuenta con productos implementaron la venta a través de la web, entregas a domicilio y los famosos Pick-up “llame, pida y recoja”, y quienes ofrecen servicios han comenzado a dar recorridos 3D o 360, catas, cursos, platicas, presentaciones totalmente virtuales, ideas “futuristas” que jamás pensamos llegarían tan pronto.

A mi forma de ver, el ramo turístico está en plena metamorfosis, cambiando lo que ya está obsoleto y fundando propuestas novedosas que ya estaban tocando la puerta. Así que no lo veamos todo perdido, no es en definitiva como nos hubiese gustado que ocurriera, pero sin reparo, ha acelerado el paso lento que quizá muchos llevaban para crecer.

Google News