Los damnificados de los fenómenos naturales de los pasados días también tuvieron efecto en el medio político nacional y hasta en el ámbito local. Con los temblores, Miguel Ángel Mancera sufrió un cambio de planes repentino, de estar casi listo para entregar la administración de la CDMX para buscar la candidatura presidencial, ahora debe quedarse, recoger los platos rotos y pagar las facturas, lo que desgastará grandemente su capital político y lo aleja de cualquier opción para 2018.
Caso similar puede interpretarse en el de Claudia Shienbaum, con el colegio Rébsamen y la gran cobertura mediática que tuvo, entonces se vio de repente en el epicentro del temblor, como desligarse de la responsabilidad sin raspar a su partido, el que se frota las manos es Ricardo Monreal, quien puede resultar el ganador, sin querer queriendo.
En el lado oficial, Miguel Ángel Osorio bajó sus puntos al mostrar que no es aceptado por la población como quisiera, fue mal recibido en sus giras. El secretario de Salud, José Narro, mostró que no tiene la energía para enfrentar situaciones complicadas, por lo que Aurelio Nuño y José Antonio Meade lucieron más y este último siento que fue el que menos se afectó, y en mi opinión, aumentó su ventaja rumbo a 2018.
Llama la atención el bajo perfil que mostraron otros actores de la carrera presidencial de 2018: Ricardo Anaya poco ha aportado, al igual que Margarita Zavala, Rafael Moreno Valle y no se diga de Andrés Manuel López Obrador, quienes nunca dijeron nada y con esto se mantuvieron al margen de un problema, en el cual no pueden sacar ningún provecho. Pensaron que mejor dejar el asunto para no tropezarse o ser arrastrados.
En lo local, con las lluvias, también salieron afectados el gobernador Francisco Domínguez, quien en campaña había ofrecido que ya no iba a haber inundaciones y desgraciadamente la zona de siempre volvió a ser afectada. También al presidente municipal de la capital, Marcos Aguilar, se le complicó, puesto que había anunciado una gran inversión para que la ciudad no se volviera a inundar y nada, que muchas colonias se afectaron. La lección es nunca ofrecer que se le va a ganar a la naturaleza, a ella no hay que ponérsele enfrente sin salir golpeado. Efectivamente las lluvias fueron como nunca y también ciertamente se hicieron obras que evitaron que los daños fueran mayores, pero eso no cuenta ante la percepción de la población, simplemente se ofrecieron cosas que no se cumplieron, aunque el daño hubiera sido mucho mayor de no haberse hecho las obras de contención.
Por otro lado, el esperado inicio del Qrobus, sistema de transporte público que ofreció el gobernador Francisco Domínguez, no pudo iniciar. Si bien ya casi está todo listo, todavía hay temas operativos no amarrados y para evitar mayores complicaciones, será mejor esperar unas semanas más. Esto suena razonable, pero el tema es cómo va a quedar el servicio, todos esperamos que funcione, por el bien de todos, pero todavía hay muchas dudas y el problema es que no se ha socializado el servicio y las implicaciones que tendrá, creo que esto es lo más grave, la población no sabe cómo funcionará, como serán las rutas y todo esto causará inconformidad inicial, lo cual viviremos durante el mes de noviembre y ahí se pagará el costo político por parte de Luis Bernardo Nava, que puso sus canicas en una sola bolsa y sus aspiraciones de ser el que dirija el Centro Cívico, quien sabe si se le cumpla, sus puntos han bajado y se analizan otras opciones para designar al candidato para 2018. En la encuesta blanquiazul se ponen varios nombres, falta menos tiempo para esto.
Un tema que estará vigente en las próximas semanas será el deslinde de responsabilidades que se dará del caso del socavón de Antea, donde puede haber varios culpables, aunque creo que será difícil de comprobar, los proyectos, la construcción, las autorizaciones o un poco de todos, los peritajes darán algo de luz al respecto, lo que parece es que la ubicación de la plaza es en el lugar incorrecto, ya que ese era dominio del agua y tarde o temprano siempre lo recupera, hoy sucedió, pero pudieron haber pasado muchos años más sin que hubiera afectaciones. Así es esto de la naturaleza, como ya dije, nunca se le gana.
