“Uno se vuelve referente al interior de la comunidad y la región”, dice Jurhamuti José Velázquez Morales, quien es p'urhépecha nacido en Cherán (Michoacán).

Jurhamuti estudió una maestría en el extranjero. A su regreso, se incorporó al Doctorado en Estudios Socioculturales y hace divulgación en comunidades para que más personas de origen indígena tengan acceso a las ciencias.

El investigador Velázquez Morales relata que son pocas las personas indígenas que mientras estudian la licenciatura, tienen el impulso de sus profesores y familia para hacer una tesis, participar en congresos y dar a conocer su trabajo a la comunidad científica. Y es que, para tener la intención de hacer un posgrado no solo es necesario tener el título de licenciatura, sino saber que existe algo más allá, en la formación académica. Independientemente de las oportunidades de contratación al egreso, lo cual ya se discutió en esta columna.

Velázquez Morales cuenta que siempre tuvo presente la superación académica como motivo personal, pero también tenía presente su labor social con la comunidad autónoma de Cherán para documentar desde el ámbito conductual y psicosocial, los movimientos indígenas en México, el cual es su tema de investigación.

Así, Velázquez Morales buscó participar en el Programa de Formación en Educación Intercultural Bilingüe para los Países Andinos, Bolivia. Para lograrlo, primero concursó en el Programa de Becas de Posgrado para Indígenas (PROBEPI) del Conacyt.

Al respecto, PROBEPI apoya personas de comunidades indígenas para estudiar maestría o doctorado, dentro o fuera del país. Para el año 2019, última ocasión en la cual existió convocatoria, solo se otorgaron 33 becas para todo el país.

Es interesante analizar la cantidad de becas que se asignan a poblaciones que necesitan tener mayor representación, así como la periodicidad. Independientemente de la pandemia, el Programa de Becas Nacionales de Conacyt ha continuado su operación de manera ininterrumpida. Además, tan solo en 2016 este último programa asignó casi 24 mil becas, de las cuales el 31 % se otorgaron en la CDMX1.

Velázquez Morales indica que programas como PRODEPI deberían tener un mayor número de beneficiarios, pues la cantidad de estudiantes indígenas que estudian es baja. “Inclusive para lograr una licenciatura en la comunidad donde yo soy originario es complicado”, menciona Velázquez, destacando que sus padres estudiaron un posgrado también, por lo que hacer una tesis y participar en comunicación pública de la ciencia no le fue ajeno.

Resulta interesante conocer las experiencias de los compañeros que, si existen espacios de trabajo, serán la siguiente generación de investigadores e investigadoras, así como evidenciar las deudas institucionales para dar una verdadera representación de la diversidad nacional. @chrisantics

Fuente:

1. BECAS NACIONALES PAGADAS EN EL PERIODO OCTUBRE A DICIEMBRE DE 2016. Descargado del sito de Conacyt en 2017. Disponible en: https://1drv.ms/x/s!AtduyRytL091g8Y8fFEgBO-vbM70Zg?e=XQiIQr

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