Ahora que Morena, el partido gobernante, amenaza con constituirse junto con sus aliados del PT y PVEM en una “megabancada” que se convierta en una aplanadora estilo priista para imponer a quien ellos quieran con presidentes de la Jucopo y de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, conviene apuntar algunos peligros que entrañarían las decisiones caprichosas e impositivas de una mayoría artificial y forzada en San Lázaro, como la que quiere imponer el morenismo.

Uno de esos riesgos es que un político casi desconocido pudiera llegar a ser Presidente de la República, solo por ocupar la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. En las últimas semanas se mencionó y él mismo lo ha dicho en entrevistas, que el diputado Sergio Carlos Gutiérrez Luna podría ser designado como presidente de la Cámara de Diputados para la siguiente legislación federal. Si ese nombramiento se concreta, por decisión de la mayoría morenista y a contracorriente de lo que opine la oposición, el diputado Gutiérrez Luna, que tiene apenas su primera experiencia como legislador federal, asumiría provisionalmente la Presidencia de la República, en un caso hipotético de Revocación de Mandato, y sería presidente al menos un mes.

Y es que el artículo 84 de la Constitución, reformado en 2019 para introducir la figura de la Revocación de mandato que se realizará en el año 2022, dice textual que “en caso de haberse revocado el mandato del Presidente de la República, asumirá provisionalmente la titularidad del Poder Ejecutivo quien ocupe la presidencia del Congreso; dentro de los 30 días siguientes, el Congreso nombrará a quien concluirá el periodo constitucional”.

Así es como un político poco conocido y sin mucha trayectoria y experiencia en cargos públicos podría llegar a ser presidente del país al menos por un mes, aunque no se descarta que el mismo Congreso elija por mayoría al presidente de la Cámara de Diputados como presidente interino o sustituto, tal y como también establece el mismo artículo 84 que señala que en caso de “falta absoluta” del presidente, asume el secretario (a) de Gobernación en tanto el Congreso elija a un presidente sustituto.

A todo esto, ¿quién es Sergio Carlos Gutiérrez Luna? Es un político veracruzano, abogado de profesión, quien llegó al estado de Sonora a trabajar en la campaña del panista Guillermo Padrés Elías junto con su gran amigo, también veracruzano, José Roberto Ruiz Saldaña. Aunque ambos llegaron a trabajar en los asuntos jurídicos de la campaña, a la postre Ruiz Saldaña y Gutiérrez Luna se convirtieron en operadores electorales y tras el triunfo de Padrés, una vez en el gobierno de Sonora, fueron los operadores políticos que el gobernador panista mandaba a ayudar en elecciones de otros estados al PAN.

Sergio Gutiérrez se quedó en el Gobierno de Sonora y fue nombrado por Padrés como responsable de la implementación de un nuevo Sistema de JusticiaPenal, labor en la que después se le acusó de fraude y desvío de recursos por 65 millones de pesos. Según una denuncia presentada ante la antigua PGR (hoy Fiscalía General de la República), Gutiérrez Luna entregó contratos a empresas por varios millones de pesos, pero resultó que esas empresas, de acuerdo a lo que denunció el Observatorio Ciudadano de Políticas Públicas, Derechos Humanos y Democracia AC., tenían vínculos con él mismo.

En la citada denuncia, a la que esta columna tuvo acceso, se mencionan dos casos: el de la empresa Falcón Expertos en Opinión Pública S. de R. L.,representada por Nancy Fabiola Ramírez Pastrana, quien era la administradora del despacho de su propiedad, Gutiérrez Luna Abogados S.C; a través del cual cobraba sus servicios al gobierno de Guillermo Padrés. La otra empresa es Freydig Industrial SA de CV, con la que el actual diputado tenía vínculos personales y que recibió contratos por un monto global de 33 millones de pesos por trabajos que nunca fueron debidamente acreditados.

Por su parte, José Roberto Ruiz Saldaña fue impulsado por Guillermo Padrés y apoyado por el PAN de Gustavo Madero y Ricardo Anaya como consejero del INE, posición que asumió en 2014 y desde donde operó asuntos para el panismo pero después se acercó a Morena. Tras la terminación del gobierno de Padrés y los escándalos de corrupción que vinieron, Gutiérrez Luna salió de Sonora y buscó a su amigo el consejero Ruiz Saldaña, quien lo presentó con Horacio Duarte e Higinio Martínez, las dos cabezas del llamado Grupo Texcoco, que en 2018 se hizo del control político del Estado de México, y nombraron a Sergio Gutiérrez como representante de Morena ante el Instituto Electoral mexiquense.

A partir de ahí la suerte le empezó a sonreír a Gutiérrez Luna que empezó su ascendente carrera política ahora como morenista. En 2018 Horacio Duarte es electo diputado plurinominal y su suplente era nada menos que Sergio Gutiérrez, y cuando el presidente nombra a Duarte subsecretario de Empleo y encargado del Programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, el suplente se convierte en diputado federal por Morena. Ya siendo parte de la bancada morenista, Mario Delgado y Horacio Duarte le encargan a Gutiérrez Luna un proyecto de Reforma Electoral para disminuir al INE, mismo que no se concretó en esta legislatura y que ahora el presidente López Obrador y el senador Ricardo Monreal buscan impulsar, cada uno con su proyecto, para la nueva legislatura.

Hoy el diputado veracruzano irá por su segundo periodo como diputado, tras haber ganado su reelección en las pasadas elecciones federales. Él ha afirmado en entrevistas que el coordinador de Morena, Ignacio Mier, ya le confirmó que será nombrado por la mayoría como presidente de la Cámara de Diputados, y aunque la oposición no está de acuerdo y pide discutir y negociar un nombramiento tan importante, si los morenistas y sus aliados imponen su voluntad, creando una “megabancada” como amenazan, Sergio Gutiérrez Luna puede llegar a ser presidente de ganar el “sí” en la Revocación de Mandato del próximo año.

Así, un diputado federal podría pasar del casi anonimato político a la Presidencia de México, mínimo por 30 días, pero en caso de que el Congreso no llegara a un acuerdo pudiera alargarse su eventual mandato. Sería sí, un caso hipotético, casi un accidente, como ya ocurrió uno en la historia de México, cuando Pedro Lascuráin, secretario de Relaciones Exteriores de Madero, asumió la Presidencia de la República, un 13 de febrero de 1913 por apenas 45 minutos, de las 17:15 horas a las 18:00 horas de aquella tarde negra en la historia nacional, cuando el traidor Victoriano Huerta asumió el poder en un golpe de estado contra el maderismo apoyado por el gobierno de los Estados Unidos.
Si la Revocación de Mandato del 2022 es un ejercicio abierto y democrático de participación ciudadana, todo puede pasar. Y en el caso de que llegara a ganar el “Sí” y López Obrador tuviera que dejar la Presidencia, podríamos tener a un nuevo Pedro Lascuráin en pleno siglo XXI.

NOTAS INDISCRETAS…

Aunque ya hay voces que desde la oposición advierten que la Ley Orgánica del Congreso y el Reglamento de la Cámara de Diputados no permite lo que quiere hacer Morena, de registrar como una “megabancada” a su coalición “Juntos Haremos Historia”, es decir que los 198 diputados federales morenistas se sumen con los 33 petistas y los 43 del PVEM para ser tomados en cuenta como una sola bancada de 278 diputados, la intención del partido gobernante es clara: quieren hacer valer su supremacía numérica para aplastar y hacer a un lado a la oposición del PRI, PAN, PRD y MC que, en conjunto, representan el 40% de la composición de la Cámara. Y en caso de que las negociaciones no avancen entre los dos bloques, el morenista y el opositor, y se trabe el nombramiento de una nueva Mesa Directiva, que requiere la aprobación de las dos terceras partes del pleno camaral, lo que procedería es dar continuidad con una Mesa de Decanos y ahí el próximo presidente de la Mesa y de la Cámara tendría que ser el decano de todos los diputados federales, y nadie tiene más edad que el dinosaurio priista Augusto Gómez Villanueva, de 92 años, quien permanecería en el cargo hasta que los partidos y bancadas no lleguen a un acuerdo para nombrar a una Mesa Directiva de consenso. Ese es un escenario posible, ante la realidad de que en la pasada legislatura, Morena y sus aliados pudieron hacer lo que quisieron, pero en la que inicia el 1 de septiembre, la número LXV, no tiene los números suficientes para arrollar a la oposición. Y entonces, ya entrados en especulaciones, ¿quién preferiría que fuera el nuevo Pedro Lascuráin en el escenario hipotético de que el Congreso tuviera que nombrar a un presidente provisional?: ¿el desconocido Gutiérrez Luna o el cretácico Gómez Villanueva? Es pregunta…El próximo 6 de septiembre la Suprema Corte de Justicia de la Nación discutirá y votará el proyecto de sentencia sobre la despenalización del aborto a nivel nacional. Será interesante ver hacia dónde se inclina la mayoría en un tema que aún divide y polariza a los mexicanos, pero en el que los ministros de la Corte tienen ya una serie de fallos y precedentes, el último el pasado julio de este año, cuando fallaron a favor de no poner plazos al aborto en casos de violación, a partir de un amparo promovido por los padres de una menor de edad en Chiapas, con parálisis cerebral, que fue violada, a la que le impidieron abortar por haberse vencido el plazo de ley. El fallo de este 6 de septiembre definirá, entre otras cosas, si los Congresos estatales pueden legislar abierta y libremente sobre el aborto o si deben seguir y cumplir obligatoriamente ciertos parámetros que garanticen el derecho de las mujeres a decidir sobre la interrupción legal del embarazo. Como siempre ocurre con los temas del aborto, los ministros han estado recibiendo todo tipo de presiones, cabildeos y argumentos tanto de grupos feministas proaborto como de grupos religiosos y conservadores como Provida y la iglesia católica, que están en contra del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo. Ha sido tal la tensión y polarización que el tema está provocando que, a un ministro de la Suprema Corte, cuyo nombre omitimos, grupos antiaborto fueron hasta su casa y le dejaron figuras de fetos, como una forma de intimidarlo para que vote en contra de la despenalización en todo el país. Veremos qué criterio y qué mayoría se impone en este tema, si la de la defensa de los derechos de las mujeres o la de la defensa de la vida desde la concepción…Los dados mandan Escalera Doble. Mejora la semana.

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