Acaba de pasar un aniversario más de la lucha por la independencia de México del imperio español. Al igual que otros países de América ese tipo de luchas se dieron alrededor del año 1800, incluidos los Estados Unidos que se independizaron de Inglaterra en 1783.

Las luchas de independencia fueron el resultado de la llegada colonizadora de los europeos a nuestro continente, como resultado de los viajes de Cristóbal Colón y la posterior llegada de conquistadores españoles, portugueses, ingleses, franceses y holandeses, principalmente.

Y no sólo en América. Los europeos han tenido la mala costumbre de querer someter a otros continentes también, como África, Asia y Oceanía. Por lo que a lo largo de la historia y hasta tiempos recientes las luchas de independencia han sido una constante a lo largo y ancho del planeta.

Posteriormente este triste papel de conquistador fue tomado por los Estados Unidos quienes han buscado sustituir a los europeos como colonizadores de otros países, en todos los continentes. A veces usando incluso a gobiernos títeres que sirvan a los intereses de la metrópoli.

La independencia está íntimamente ligada a la soberanía nacional, es decir, a la toma de decisiones autónomas, independientes de algún país o poder extranjero por lo que son cuestiones totalmente contemporáneas. Un país sin soberanía no es independiente, depende de las decisiones del exterior.

Hoy en día, las luchas por la independencia toman otra forma. Tienen que ver con la soberanía energética, con la independencia científica y tecnológica, con la soberanía financiera, con la autosuficiencia alimentaria, con la soberanía en la explotación de los propios recursos naturales. No se trata sólo de la independencia política.

Es así como vemos que EU se negó a vender su tercera compañía petrolera, Unocal, a los chinos, por cuestiones de soberanía. Es así como vimos a los españoles que resistieron la venta de su compañía nacional de electricidad, ENDESA, ante las OPA (Oferta Pública de Adquisición) de la empresa alemana E.On y, posteriormente, de la francesa Électricité de France (EDF), aunque finalmente sucumbieron ante la italiana ENEL.

Y así vemos que, ante la actual pandemia, muchos países no son independientes, entre ellos el nuestro, pues dependemos de vacunas extranjeras. No así Cuba que, en este sentido es totalmente independiente. Así que pensemos la independencia como un concepto más amplio, global y contemporáneo.

Presidente del Consejo Estatal de Morena

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