Les deseo a todos los papás que hayan pasado un festejo del Día del Padre maravilloso, acompañados de sus familias. En especial celebro a mi querido pá una vez más, ya que he heredado muchas de sus cualidades que me ayudan a ser quien soy hoy, y a su sabiduría que nos aporta cuestiones valiosas todo el tiempo.

Pero, veamos, ¿cuál es la importancia del padre en la vida de un hijo?

El padre es el primer modelo de hombre que tienen sus hijos, de ahí la importancia de su presencia, es la primera persona que junto con la madre forjarán la identidad en el niño.

- El padre aporta un sentido de pertenencia de los hijos a una familia y a una sociedad.

- Ayuda en el desarrollo social de los hijos, en su equilibrio emocional, de ahí la necesidad de que posea él un equilibrio en su personalidad, sin rasgos de dominación, y mucho menos de subyugación. Su actuación ante los hijos debe basarse en la afectividad y en la negociación, antes de convertirse esta en actos dominantes o sobreprotectores.

- El padre como una figura sensible, sabiendo anteponerse a la persona autoritaria y radical, abierta a las necesidades emocionales de sus hijos, sabiendo comprender y empatizar con sus sentimientos.

- El padre cuando es un modelo proactivo, ayuda a que sus hijos sean más resilientes ante la adversidad, que enfrenten los obstáculos con valor.

- El padre como modelo de pareja da ejemplo del trato y comunicación hacia la mujer. Modelo que repetirán en el futuro con sus parejas.

- Cuando aporta límites claros, da seguridad al niño, quien aprenderá a contener la frustración y a respetar estos límites, así como a poner los suyos propios.

- Cuando los hijos varones se benefician del contacto con un modelo paterno responsable, racional, benévolo, sereno y empático, aprenderá a modular sus impulsos agresivos.

- Con la interrelación del modelo paterno con el niño, éste va descubriendo el modelo de autoridad, expresado en el padre en forma de servicio, de ayuda, de seguridad en sí mismo, de saber intervenir de forma adecuada en situaciones conflictivas. Además, el niño es capaz de configurar su identidad masculina y de forjar el talante del futuro padre.

- La imagen paterna se construye en la mente de los niños, no sólo de los rasgos de su progenitor, sino también de los atributos de otros hombres importantes de su infancia y de cualidades paternas idealizadas en otros personajes, que los niños captan de los ídolos de su tiempo. De ahí, la importancia de valorar y confrontar las influencias ambientales que reciben los hijos.

- La figura del padre aporta al hijo protección. El niño que se siente protegido por su progenitor aprende y comienza a desarrollar conductas de autocuidado.

Consecuencias de la falta de la figura del padre:

La presencia del padre es de vital importancia en el desarrollo psico-emocional de los hijos, aquí les muestro algunas de las consecuencias ante la ausencia total o parcial de él:

1. Pérdida de contacto afectivo y lúdico con los hijos: la presencia del padre, su comunicación con ellos, el tiempo que les dedica para jugar, es de vital importancia en la construcción del aparato psíquico del niño y del desarrollo de su autoestima.

A veces los padres tendríamos que reflexionar sobre cuestiones como:

¿Cuánto tiempo dedico a jugar con mi hijos?

¿Tengo un tiempo disponible a lo largo de la jornada para dedicar a mis hijos y comunicarme con ellos?

¿Dejo que mis hijos programen en su tiempo libre mi presencia y aportación?

¿Programo salidas recreativas y culturales atendiendo a sus necesidades sociales y educativas?

2. Pérdida de la dinámica familiar: de importancia considerable para el desarrollo del concepto de familia del niño, el ejemplo de los padres es la garantía de que los hijos sabrán enfrentarse con éxito a las relaciones con las personas del otro sexo.

3. Aparición de conductas reactivas:  Los niños que se encuentran en la etapa de educación infantil tienden a manifestar conductas regresivas cuando la figura del padre esta ausente, tales como insomnio, berrinches constantes, angustia de separación de la madre, pérdida del control de esfínteres, regresión en los hábitos de limpieza, estancamiento en las adquisiciones cognitivas y temores fóbicos, siendo los adolescentes los que más sufren esta ausencia, presentando a corto plazo inseguridad, soledad y a veces, estados depresivos. Tienden a manifestar esta falta de afecto y comunicación en forma de:

- Fracaso escolar.

- Dificultad para relacionarse con otras personas.

- Dificultad para crear relaciones de pareja sanas.

- Mayor tendencia a conductas de riesgo.

- Baja autoestima.

Si eres papá y estás ausente por decisión propia de la vida de tus hijos, te invito a que reflexiones y trates de recuperar el tiempo perdido con ellos.

Dentro de 50 años no importará: El tipo de coche que condujiste, el tipo de casa donde viviste, la cantidad de dinero que tuviste en el banco, ni la calidad de la ropa que usaste. Pero el mundo tal vez sea un poco mejor porque fuiste importante en la vida de un niño.

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