En un reciente estudio publicado el 23 de mayo, en la prestigiada revista de medicina The Lancet, se señala que, si quiere lograr el 90 por ciento de la cobertura universal en salud se requieren 354 médicos por cada 100 mil habitantes.

Es lógico que lo más deseable para cualquier país es tener una cobertura universal del 100 por ciento. A eso se tendría que aspirar.

36 años de neoliberalismo en México nos dejaron una tasa de apenas 235 médicos por cada 100 mil habitantes, es decir un déficit de 119 médicos por cada 100 mil habitantes. Un déficit de 155 mil médicos para cubrir no al 100 por ciento de la población sino apenas el 90 por ciento.

El secretario de salud, Jorge Alcocer ha venido señalando que se tiene un déficit de 33 mil médicos generales y de 155 mil especialistas.

Formar médicos no es inmediato. Un médico general se puede formar en siete años, un especialista en un mínimo de 10, dependiendo de la especialidad y de dónde se haga.

Para no haber tenido ese déficit de médicos generales cuando comenzó el gobierno de la 4T, esos médicos deberían haberse comenzado a formar siete años antes, es decir, a finales de 2011, en el sexenio del panista Felipe Calderón. Para no haber tenido ese déficit de médicos especialistas cuando comenzó el gobierno de la 4T, esos especialistas deberían haberse comenzado a formar cunado menos 10 años antes, es decir, a finales de 2008, otra vez, en el sexenio de Calderón.

Pero Calderón no le apostó a la vida le apostó a la muerte con una supuesta “guerra al narco”, que hoy, con la cúpula de su gabinete de seguridad presos, por nexos con el narco, sabemos que no fue tal. Ante tal déficit de especialistas sólo se tienen tres opciones: seguir dejando a las poblaciones marginadas sin acceso a médicos; formarlos, lo que no es inmediato; o importarlos, tal como lo hacen otros países.

El promedio de los países de la OCDE es que el 17.7 por ciento de los médicos que trabajan en un país se han formado en el extranjero. Sobresale Israel en donde el 57.8 por ciento de sus médicos no se formaron en Israel. En Nueva Zelanda, Irlanda y Noruega alrededor del 40 por ciento de los médicos que trabajan en esos países se formaron en otro país. El mismo caso en Suecia, Suiza y Australia en donde una tercera parte de sus médicos se formaron en otro país.

Con base en los datos anteriores es verdaderamente absurdo escandalizarse por la contratación de 500 médicos cubanos, los que representan apenas el 0.16 por ciento del total de médicos que trabajan en nuestro país.

Presidente del Consejo Estatal de Morena

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