Sobran dedos de una mano cuando contamos a los mexicanos que tienen licencia UEFA Pro para poder dirigir en Europa. Desde hace muchos años, a Javier Aguirre, su ascendencia española lo llevó a estar ahí, a buscar en La Liga su desarrollo como entrenador. Ha tenido una carga de triunfos y fracasos, como el reciente descenso con el Leganés.

Por eso, llama la atención la decisión que ha tomado Rafael Márquez. Es uno de los dos mejores futbolistas mexicanos en la historia, pero no por eso tiene que ser un tipo comodino, y su decisión de entrenar al plantel Cadete A del Alcalá se tiene que ver como un proceso bien pensado, como un movimiento lleno de humildad.

Primero, lo histórico. Además de Aguirre, el número de entrenadores nacionales con posibilidad de dirigir en el balompié europeo es reducido, con nombres como el de Hugo Sánchez, quien dirigió al Almería.

También están otros, como Luis Pérez, quienes fueron realmente a estudiar a Europa, a sacar la licencia, y no solamente a pasear y tomarse fotografías con Josep Guardiola, Jürgen Klopp, etcétera, para subirlas al Facebook. También está un hombre como Jacques Passy, quien ahora dirigirá a República Dominicana. Pocos, muy pocos en verdad.

De ahí que lo que se ha planteado Rafael Márquez sea una buena estrategia, un buen camino, pensando en dirigir en algún equipo de Primera División en Europa.

Lo más fácil para un hombre con la historia como jugador del excapitán de la Selección Nacional pudo haber sido acercarse a cualquier directiva de medio pelo en la Liga MX o la Liga de Expansión para iniciar un proyecto, más por vender su imagen que por lo que puede ser su capacidad para gestionar y hacer jugar bien a un equipo.

Márquez dirigirá a un grupo muy joven. Serán sus prácticas profesionales en el camino a obtener esa licencia de la UEFA. Es cierto que no tendrá exigencias, pero eso ya vendrá después, cuando —con el título en mano— busque la posibilidad de comenzar a dirigir a un club con más obligaciones, con algo que ganar y que perder.

Todo lo insoportable que podía ser en ocasiones como jugador, ahora ha cambiado y ha mostrado inteligencia y sentido común. Tendrá que demostrar que tiene la inteligencia para enseñar y guiar, para no solamente vivir del nombre.

Ojalá que el exdefensor vea en Xavi Hernández a un ejemplo del camino a seguir como futuro entrenador. El exmediocampista será el próximo técnico del Barcelona, no hay duda, pero antes hizo un recorrido exótico en su etapa de aprendizaje.

En algunas entrevistas, ha mostrado que tiene conceptos claros para hacer ganar a un equipo como el catalán, con todas las dificultades que esto tiene. Lo fácil hubiera sido agarrar al equipo que fuera en Mexico.

Lo complicado será que no se desespere y cimiente bien su carrera de entrenador, y olvidarse por unos años de México, tal y como lo hizo cuando era jugador; primero con el Mónaco, hasta todo lo que logró con el Barcelona.

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