El agua es esencial para todos los aspectos de la vida, así como para lograr un desarrollo sustentable. Pocas veces nos preguntamos cuánta agua utilizamos en nuestra sociedad más allá de la que consumimos a través de la llave del grifo. El agua está ligada a la crisis de cambio climático y suministro de energía, así como a los problemas de los mercados financieros. Reconocer ese vínculo es indispensable, pues aunque vivimos en un planeta con mucha agua no toda está disponible.

Del agua presente en el planeta, sólo 2.5% es agua dulce. De ésta, la que está disponible representa menos de 0.8% del total. Tenemos poca agua y todavía menos en regiones semiáridas, como el centro y norte de nuestro País. Pero, ¿en qué usamos el agua disponible para el consumo humano? En el mundo, en promedio, 70% del agua se usa para agricultura, 20% para la industria y sólo 10% en consumos urbanos. El porcentaje de agua usado en agricultura disminuye conforme la sociedad es más industrializada. Por ejemplo, Europa utiliza sólo 32% de su agua en agricultura y 53% en la industria.

Los habitantes de una comunidad utilizan una gran cantidad de agua para beber, cocinar y lavar, por ejemplo. Pero utilizan todavía más agua en la producción de bienes tales como alimentos, papel, televisiones, autos, etc. John A. Allan propuso en 1993 un indicador de uso de agua que toma en cuenta tanto el uso directo como indirecto por parte de un consumidor o productor. A este indicador le llamó agua virtual o huella hídrica. La huella hídrica de un producto está formada por tres componentes: agua verde (agua de lluvia), agua azul (agua superficial o subterránea) y agua gris (agua contaminada generada durante el proceso). De esta forma, es posible calcular la huella hídrica para la producción de bienes. Para tener una taza de café son necesarios 140 litros de agua; 100 g de chocolate requieren 2,400 litros; un kilo de jitomates, 180 litros; producir una hamburguesa, 2,400 litros y un kilogramo de cuero para zapatos, ¡16,600 litros! Hay productos para los cuales la huella hídrica es mayor, por ejemplo la carne y otros, menor, como las frutas y vegetales.

El contenido de agua virtual varía también por país. En promedio en el mundo se requieren 16 mil litros para producir un kilo de carne de res, mientras que en México se requieren cerca de 37 mil litros. Con los datos generados por la huella hídrica, un panel de investigadores dirigido por el Instituto para la Educación del Agua-UNESCO en Holanda realizó una serie de cálculos para evaluar el mercado del agua virtual entre países. Desde un punto de vista económico es más sensato producir bienes altamente demandantes en agua en países donde el agua es más abundante. En este caso, México resulta con balance como un importador neto de agua virtual (cerca de 12 miles de millones de metros cúbicos por año), debido principalmente a la importación de cultivos. El principal exportador de agua virtual en el mundo es Estados Unidos. Los principales importadores son Japón y China.

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