Los procesos electorales son un proceso básico en todas las democracias, cualquiera que sea su naturaleza.

En las democracias podemos encontrar tres puntos coincidentes: el principio de igualdad política, soberanía nacional y el pluralismo. El primero se expresa a través del voto de la ciudadanía, es un sufragio igual, universal, sin distinción alguna, el único requisito es que el ciudadano no esté privado de este derecho. Los ciudadanos, como electores, pueden escoger libremente entre varias opciones que proponen los partidos políticos o en su caso, candidatos independientes.

La política es una actividad, individual o colectiva, de los ciudadanos, cuando éstos intervienen en los asuntos públicos con su opinión, su voto o de cualquier otra forma. Es la interacción entre los actores político, los cuales tienen distintas posiciones y grados de poder.

El 7 de junio de este año, los ciudadanos expresaron su voluntad en las urnas en los ámbitos municipal, estatal y federal. Pero, al ser espacios de disputa están propensos a situaciones de conflicto. Sin embargo, los conflictos electorales se desencadenan no sólo por la naturaleza competitiva de los procesos electorales, sino también por determinadas situaciones, como la no aceptación de los resultados electorales. Tal es el caso de la elección de gobernador en el estado de Colima, asunto que divide la opinión de articulistas, expertos en la materia, académicos, etc.

En mi opinión, este proceso electoral ha tenido importantes aportaciones de carácter jurídico y político, por un lado se mantiene la determinación de fines e impactos, la aplicación de la ley y a función jurídica (preparación técnica del anteproyecto, su redacción y concordancia con el ordenamiento jurídico en vigencia). Y por el otro, la evaluación de los impactos sociales, económicos y políticos, téngase presente, que el proceso político, las negociaciones y los consensos se mantiene aún. Esto va a representar un reto en materia de capacidad para construir consensos.

Las diferentes opiniones tienen un efecto directo e inmediato en las decisiones y por eso generan conflictos, surgen tensiones, y normalmente se exaltan las emociones. Es oportuno un proceso de comunicación destinado a anticipar, frenar y resolver las dificultades o discrepancias, de modo que las partes con algunos intereses comunes y algunos opuestos puedan llegar a soluciones mutuamente aceptables.

Hasta el momento de escribir esta colaboración, no ha sido resuelto el proceso por los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) quienes determinarán, en base a las evidencias, si se anula la elección o se confirma el resultado.

Lo que es muy evidente, es que los actores políticos tendrán influencia sobre el proceso de decisión jurídica y el impacto en la elección en Colima.

Ex presidente municipal de Querétaro y ex legislador federal y local.

@Chucho_RH

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