La franquicia corre el último trimestre de un año de exigencia para la sobrevivencia de marcas y sucursales; la llamada Red Mexicana de Franquicias que dirige desde Puebla, Francisco Lobato, admitió que la recuperación de plantillas laborales se logrará hasta el próximo 2022. No obstante, Julio Beleki, presidente del órgano rector del sector, la Asociación Mexicana de Franquicias, habló de una depuración de conceptos como saldo positivo de la contingencia sanitaria y económica que no termina.

Al revisar el momento por el que cruza la franquicia en Mé xico, y animado por lo visto en la recién terminada Feria Internacional de Franquicias, luego de 18 meses de suspensión por la pandemia, fue enfático: “ahora el sistema de franquicias debe prepararse también pasada la crisis, así como lo hizo durante este magro capítulo”. Y yo coincido. No es lo mismo, sería un error muy costoso, pensar que la inventiva dada entre el 2020 y 2021 para defender al negocio, en una especie de “vacuna” será suficiente en el venidero 2022 y subsecuentes.

Presentada una depuración de modelos que carecían de la estructura y operación que distingue a la franquicia, ahora esta depuración se extenderá para aquellas marcas que no mantengan el escalamiento a una mayor tecnología, con inteligencia artificial y el big data, a las franquicias que no inviertan en innovadores protocolos de comunicación, el storytelling, por ejemplo, para despertar nuevas emociones, de lo contrario, el consumidor y el inversionista no despertarán y se perderá el vínculo de confianza.

Beleki, también franquiciatario máster de franquicias globales como Cinnabon, Denny’s, Freddo, añadió que la industria y quienes la componen, deben meterse también a las aulas; ir por otro nivel tecnológico, y entrar a nuevos canales de comunicación.

Muchos en el sector han defendido y dicho que, si bien hubo cierres temporales y definitivos de sucursales, no existió la extinción de marcas. Yo, le aseguro, que sí se dio. Y fue esta depuración para fortuna de un emprendedor e inversionista que confía en este negocio.

Debemos clausurar puertas a marcas que vinieron como ocurrencia, como el chispazo, sin estrategia bien planteada, sin orden y estructura, y que en plena pandemia abusaron del anhelo urgente de un emprendedor por un negocio propio como salvoconducto a un mejor momento o escenario para él, y los suyos. Dijo el experto en comunicación, el argentino Gonzalo Otalara, “hoy, el emprendedor no busca un negocio, busca una nueva historia de vida”.

Urge en las franquicias, un sector productivo razonable, que no se desgaste más en intereses personales, políticos, de enriquecimiento por encima de un colectivo que da forma a un negocio.

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