Sería lapidario decir que fue un fracaso para los Rayados del Monterrey por las formas mostradas en el campo del estadio Internacional Khalifa de Doha; sin embargo, este deporte se trata de ganar y por las inversiones multimillonarias que ha tenido en los últimos 15 años el equipo regiomontano, lo debió catapultar a tener muchos más éxitos deportivos.

El gran orgullo de especialistas, aficionado, exfutbolistas es que este equipo se entregó al máximo y le hizo un partido muy digno al campeón de Europa, como si eso no fuera la obligación de cualquier equipo y sus jugadores cuando salen a un terreno de juego.

Lo que sí es una realidad, es que la amafiada FIFA ya nunca pondrá a un equipo de la Concacaf en las semifinales ante uno de la Conmebol, les da pavor que ahí sí pueda el club de esta área llegar a la final de este Mundial.

Otra grave confusión que se da en este tipo de partidos es el complejo del vencido, la adopción de un equipo solamente por el hecho de ser de la Liga de tu país y que por eso se inicie una campaña patriotera de defensa inmisericorde de conceptos que deberían ser comunes en el futbol.

Este deporte es pasión, estilo de vida, en el que un aficionado disfruta ver perder al rival tanto como le enorgullece que su equipo gane, por eso es inentendible que otra vez el lugar común establezca que “va por México”, “nuestro representante”, “todos somos Monterrey”, “nuestro futbol muy bien representado”, cuando todo eso es una falacia total, porque los Rayados representan solamente a sus intereses y a su gente.

Eso sí, demostraron que son un equipo bien armado y que sus directivos deben estar satisfechos con lo visto en Qatar.

Pero ningún aficionado en su sano juicio que le vaya a los Tigres quería que ayer el Monterrey llegara a la final del Mundialito, como tampoco los del Everton querían que lo hiciera el Liverpool; como hace un año los de Boca Juniors se burlaban de la derrota del River Plate ante el cuadro de Emiratos, el Al-Ain, o lo aficionados al Barcelona se les retorcía el hígado con todos los campeonatos del Real Madrid.

Ni el futbol mexicano mejoró porque el Monterrey hizo un buen planteamiento ante el Liverpool, ni se ha llegado a un quinto partido de Mundial, ni la economía del país, porque insisto que, hay tan poca identidad en muchos aficionados con sus equipos que tienen que hacer suyo el éxito de otros.

Lo que sigue para los Rayados es concentrarse en la final del Apertura 2019 y dentro de ésta, su momento más importante será (ese por el que han invertido más de 600 millones de dólares en los últimos 10 años), ganar el título de Liga y para ello tienen que acabar con las aspiraciones del América desde el partido de ida...

Esa será la noche más importante del Monterrey en su historia reciente.

@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.m
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