La ciencia ha tenido un enorme avance en los últimos años debido a que la humanidad ha decidido apostarle a la tecnología y a la innovación para hacerle frente a las problemáticas que nos aquejan como especie.

Conflictos como las enfermedades, el calentamiento global, el hambre y la pobreza están siendo solucionados con ayuda de la ciencia.

El documento “El Estado de la Ciencia 2020, Principales Indicadores”, creado por la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT) nos da un panorama de cómo la inversión en ciencia y tecnología es importante.

En los países iberoamericanos se invierte apenas el 0.74% de su Producto Interno Bruto (PIB) en Investigación y Desarrollo (I+D), en América Latina y el Caribe hablamos de un 0.63%, para México es hablar del 0.31%, mientras que Corea e Israel destinan casi el 5% de su PIB y Alemania y Estados Unidos rondan el 3%.

El desarrollo de las vacunas contra el Covid-19 son un ejemplo de ello, pues se lograron elaborar en un tiempo récord. Además de que se utilizaron nuevos métodos para hacerlas más eficaces y para poderlas producir a gran escala, en menos tiempo.

Lo anterior fue posible gracias a que se optó por apoyar a los científicos y se decidió invertir pensando en el beneficio de la salud y la economía de la población.

En este sentido, un gran beneficio que trae consigo el desarrollo tecnológico —que muchas veces pasa desapercibido— es la cooperación internacional, pues la gran mayoría de naciones tiende a compartir su conocimiento con el resto.

En materia educativa e intelectual, la tecnología también ha ayudado a la humanidad, pues en años recientes se han habilitado plataformas digitales al alcance de las manos de  todos para que nadie se quede sin estudiar.

Indudablemente, la revolución de este siglo lo tuvo el turismo, prueba de ello es que empresas como SpaceX y Blue Origin, en este mismo año, lograron salir del planeta Tierra a bordo de enormes cohetes. Dando un gran paso hacia el turismo espacial.

La ciencia también ayuda a muchos en sus trabajos, pues facilita algunos procesos. Y, de la misma manera, nos ayuda a comunicarnos.

Hace 50 años, era impensable que nos fuera tan sencillo comunicarnos con nuestros seres queridos en otros países o con nuestros compañeros de trabajo ubicados a kilómetros de distancia, pero hoy es posible gracias al progreso tecnológico.

En resumen, nuestra especie se caracteriza por tener un apetito insaciable de conocimiento, y la ciencia nos ayuda a adquirirlo. Además de que facilita nuestra existencia y que nos aporta soluciones para mejorar nuestra calidad de vida.

Por ello, es importante continuar invirtiendo en investigación, ciencia, tecnología y educación. Para que a  todos nos vaya mejor.

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