La disputa política por el 2021 y por la mayoría en la Cámara de Diputados se adelantó varios meses y comenzó en medio de la peor pandemia y crisis económica que haya conocido México. Dos mensajes del presidente López Obrador en los últimos días dieron el “banderazo” a la lucha electoral anticipada: el primero su ultimátum para las definiciones de quiénes están “con él o contra él” del domingo pasado, y el segundo el anuncio ayer desde Palacio Nacional de que descubrió un supuesto “documento confidencial” que, en la voz conspirativa de Jesús Ramírez, dio vida al Bloque Opositor Amplio o BOA, que buscaría ganarle el poder en 2021 a través de una serie de acciones para desacreditar a su gobierno, según narró el vocero presidencial.

En términos ofidios, se diría que la confrontación —que hoy distrae de la gravedad de la emergencia sanitaria, con su aumento de muertes y contagios y de los efectos económicos y políticos del coronavirus— será entre la Morena, una serpiente marina agresiva y depredadora, contra una BOA, un género de serpientes terrestres que cazan a sus presas envolviéndolas y apretándolas hasta matarlas y devorarlas. Curiosamente ninguna de las dos especies es venenosa, pero sí son temidos depredadores que cazan a sus presas; las morenas subrepticiamente y saliendo desde las oscuras cavidades marinas con mordidas letales, mientras que las boas se mueven silenciosas por las ramas de los árboles, hasta que van enredándose en su presa y la oprimen hasta causarle la muerte.

No hay certeza ni confirmación de que el documento que reveló ayer el Presidente y que oficiosamente leyó su vocero, sea real; de hecho ayer proliferaron los deslindes de la existencia no sólo del documento sino de un “compló” como el que se describe en el documento de marras, al que en Palacio Nacional quisieron darle un valor probatorio casi de una gran “conspiración” de empresarios, opositores, gobernadores, expresidentes, intelectuales y periodistas en contra de López Obrador, sin ninguna prueba, más que el dudoso documento, que sustente lo que más bien parece una estrategia de “victimización” del hoy presidente y de su 4T, con la que busca consolidar a sus votantes y evitar una pérdida mayor de votos por el desgaste que viene para él con todo el tema del Covid.

Ayer incluso se manejó que el documento que revela el plan siniestro de la BOA, que en el fondo no es otro más que ganarle la mayoría en 2021 a Morena para arrebatarle el control del presupuesto federal a este gobierno y después buscar enfrentarlo en la revocación de mandato de 2022, pudo haber sido redactado desde una oficina federal, a partir de los datos que aparecen en el PDF que circuló profusamente y cuya elaboración remitía supuestamente al vocero de la Secretaría de Gobernación, Omar Cervantes, quien no sólo salió a desmentirlo de inmediato sino a ratificar su “lealtad completa hacia la 4T”.

También ayer, cuando las redes sociales y los medios se llenaban de memes, análisis y reacciones al presunto plan opositor, aparecieron casualmente en avenidas importantes de la ciudad de Guadalajara, varios espectaculares en los que se referían al presidente López Obrador como “el lobo de los cuentos”, con mensajes de rechazo a sus discursos, a sus “otros datos” y a su gobierno: “Para tu cuento. Me has fallado, yo creía en ti… Andrés Manuel te queremos fuera del gobierno”, decían los anuncios, en los que se ponía la figura del Lobo, como el presidente, y una caperucita que lo rechazaba. Había uno en donde aparecía un cerdo con una suástica nazi en forma de 4T con la frase: “No hay para dónde hacerse: están conmigo, o contra mí”.

Los anuncios espectaculares aparecen justo en medio de la pugna abierta que sostienen el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, y el presidente López Obrador, quien se ha quejado de lo “grosero e irrespetuoso” que fue con su investidura el mandatario jalisciense por haberlo mencionado en un supuesto plan para infiltrar manifestaciones que se tornaron violentas el jueves pasado para protestar por el asesinato de Giovanni López a manos de policías municipales de Ixtlahuacán. No se sabe quién ordenó y pagó todos esos anuncios que vienen a atizar más los ánimos de confrontación que ya existen entre el Palacio de Gobierno de Jalisco y el Palacio Nacional.

En medio de acusaciones, anuncios y confrontaciones, lo único cierto en estos momentos es que el proceso electoral federal de 2021, que formalmente comienza en septiembre, parece haber iniciado tres meses antes. No hay duda de que la oposición se está uniendo para enfrentar a Morena en los próximos comicios por la Cámara de Diputados y aquí mismo hemos hablado de contactos entre el PAN, MC y el PRI; tampoco hay ninguna duda de que, a estas alturas, hay grupos empresariales que están a disgusto con las políticas económicas de López Obrador que desalientan inversiones, que ignoran a las empresas y que les negó todo tipo de ayuda para ayudarlos a no cerrar empleos en la peor crisis económica y que por eso varios de esos grandes empresarios financiarían movimientos de oposición a la 4T.

Pero lo que tampoco genera ninguna duda es que si alguien sabe de tácticas de oposición y de estrategias antisistema para ir minando poco a poco a un presidente y a su proyecto de gobierno, ese es Andrés Manuel López Obrador, que antes de ser presidente fue líder opositor por casi 30 años y tres veces candidato presidencial “antisistema”. Lo mismo que hoy denuncia y presenta como “conspiración” en su contra, él lo hizo al menos contra tres presidentes que le antecedieron. Claro que a la suya le llama “lucha democrática” y a la de sus adversarios “complot para derrocarme”.

Así es que, después de todo, lo que queda claro es que unos y otros, opositores y gobierno, están pensando ya en sus luchas de poder, sin importarles que sigan muriendo mexicanos por el Covid y la angustia y el dolor de miles de familias. Uno como víctima y como lobo con piel de oveja, y otros jugando a los conspiradores, pero todos buscan lo mismo: el poder, lo que cambia es el discurso de si es “por los más pobres y para acabar con la corrupción” o “para evitar el retroceso histórico de México y no perder todo lo que hemos avanzado”. Juzgue usted a qué lobo le cree.

NOTAS INDISCRETAS…

El pleito de Enrique Alfaro contra el presidente, al que se metió también el senador Dante Delgado, ya le salió muy caro a Movimiento Ciudadano y al llamado Bloque de Contención en el Senado de la República. La renuncia del senador por Durango, José Ramón Enríquez, que dejó la bancada de MC para pasarse a la de Morena, es un golpe duro y seco en contra de la oposición que pierde un voto clave en el Senado y le regala la mayoría calificada a Morena en la Comisión Permanente, que ahora ya podrá ser convocada sin la necesidad de esperar votos del bloque opositor, y que además también le otorga al partido gobernante la mayoría simple en la Cámara senatorial. Pero el revés es también para Alfaro y sus ambiciones políticas que se exacerbaron cuando enfocó sus baterías directamente el presidente López Obrador, y para el propio coordinador de MC en el Senado, Dante Delgado, que se subió al pleito con una carta dura contra el Presidente. La operación para llevarse al senador José Ramón Enriquez, dicen, fue directamente ordenada desde Palacio y además de hundir al bloque opositor tendrá también repercusiones en la política duranguense, pues Enriquez fue alcalde de Durango y es un político con amplio reconocimiento local que hoy fortalecerá también a Morena en la entidad que gobierna el panista José Rosas Aispuro. Lo que son las cosas, todo mundo pensaba que el “eslabón más débil” del Bloque Opositor era Miguel Ángel Mancera, y resulta que el perredista se mantuvo siempre firme a pesar de las presiones que recibió desde el gobierno y desde la bancada de Morena, tanto que le disolvieron su bancada, mientras el hilo del bloque se rompió por MC y su coordinador. Alfaro y Dante ya se veían dueños de la candidatura del bloque opositor en el 2024, pero este pleito que ellos iniciaron ya tuvo costos en menos de 72 horas para bajarlos del ladrillo al que se había subido el jalisciense…A propósito de las elecciones de 2021 en las que ya piensan y ambicionan todos los actores políticos, en los órganos electorales hay el escenario de que si la pandemia sigue como está y los niveles de contagio y fallecimientos no disminuyen hasta octubre, se puedan posponer los comicios federales e incluso las votaciones estatales en varias entidades. Sería por unos meses más adelante en lo que hubiera una situación segura para los votantes y los candidatos…Y hablando de los órganos electorales, ayer tanto el INE como el TEPJF se deslindaron rápida y tajantemente de cualquier participación en el supuesto Bloque Amplio Opositor. “Ninguno de los consejeros o consejeras del INE forma parte de grupo alguno que tenga por objetivo cumplir los propósitos enunciados por el vocero presidencial. Afirmar lo contrario es totalmente falso”, dijo el INE en un comunicado, mientras que los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación rechazaron “tajantemente que integren el llamado Bloque Amplio Opositor (BOA)” y dijeron que “no hay lugar para malas intepretaciones: somos una institución del Estado mexicano, alejados de señalamientos políticos”…Se baten los dados. Escalera. Buen tiro.

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