Corriendo el riesgo de equivocarme por olvido, me parece que ahora es la primera ocasión en la que en el Museo de Arte se exhibe una extraordinaria muestra de caricaturas. Esta vez es el caso de El Fisgón, que está en Querétaro en el mejor escenario que podría tener.  Sin duda, es un gran espacio para un caricaturista ejemplar.

Arquitecto de profesión, pero monero de corazón, Rafael Barajas Durán, estructura su talento y emoción en torno a esta forma de expresión plástica, tan llena de valores estéticos y de atractivos motivos para mirar los mensajes más complejos de la vida.

En este género de la plástica se mezclan de manera muy clara la figuración que permite leer la silueta con facilidad y la exageración voluntaria de las imágenes obliga a la comprensión de los símbolos que definen a la caricatura.

Los elementos que podemos leer en este género son diversos. La reducción de circunstancias de vida que se sintetizan exagerando solamente lo que al artista le importa hacer notar: ojos, bocas o lo que sea para él importante. Nos facilita la interpretación porque fundamentalmente, se trata de retratos en los que se remarcan agrandando o reduciendo los aspectos físicos, que conducen a comportamientos y obligan la esencia de los personajes.

Entre poderosas líneas de finos dibujos leemos expresiones, mensajes, defectos o virtudes con las que nos identificamos o no, pero que nos dan las pautas del discurso en síntesis de tamaños, luces, manchas y magníficas exageraciones, que igual nos dan lecciones de moral que ofrecen muestras de angustias o deleites plasmados en campos (Como los campos de color de los Informalistas) de tinta o de claros, perfectamente delineados.

Con estos juegos visuales se quita lo acartonado o doloroso de la escena que describe un dibujo, que igual expresa la más grande congoja, que cada una de las características de la alegría de los personajes, de la vida, de la verdad o la mentira que nos hace soñar.

Rafael Barajas Durán, El Fisgón, nos da claras muestras de la cultura, estilo, comportamiento de la sociedad en todos sus ámbitos y niveles, y de especial manera, un planteamiento de la situación política, según sea el caso.

El trabajo de este artista es tan variado en sus temas e historias llenas de modos y modas, que nos mueven a la relectura de Freud abordando ‘lo cómico’. El medio de la deformación transparenta las emociones y sus reflejos, digamos ‘cutáneos’ que nos llevan a pensar hasta la sonrisa y la reflexión.

En esta muestra, su reflexión ronda en torno a las “Noticias del Imperio” con estampas y caricaturas de la Revolución Francesa. La oportunidad está en el Museo de Arte de Querétaro.

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