China y Estado Unidos (EU) llevan más de una década pelando influencia en América Latina y el Caribe en forma de inversión extranjera y apoyos económicos. Hay 19 países de la región –según la revista Time- que han firmado la iniciativa de infraestructura china (BRI) que dispersa recursos por un trillón de dólares. Además, la pandemia ha permitido que China done equipo médico, cubre bocas y hasta vacunas a esta zona.

El gobierno de Donald Trump tuvo una visión simplista de América Latina: todo quedó reducido a un problema migratorio adicionado con violentos narcotraficantes, pero el presidente Joe Biden conoce bien la región. Cuando era vicepresidente, bajo Barack Obama, la visitó 16 veces.

Ahora, México tendrá que tomar una definición entre China y EU para principios de septiembre en la Reunión Binacional de Alto Nivel. En la agenda que hizo pública el canciller Marcelo Ebrard viene el tema de “infraestructura fronteriza”. Este es en realidad una petición para que el gobierno de México deje de usar a la empresa China, Huawei, en la Red Compartida que recientemente se ha instalado en la frontera norte. A decir del gobierno estadounidense, esta empresa espía para China y usa la misma banda (700 MHz) que EU para su seguridad nacional. De hecho, el Departamento de Estado empuja una gran iniciativa para que las nuevas redes de telecomunicaciones cumplan con lo que llama ‘The Clean Network’.

Bajo esta lógica, varios países se han distanciado de Huawei y otros proveedores chinos: Australia, Nueva Zelanda, Japón, Brasil, Ecuador, Alemania, Francia, Reino Unido y Canadá. Incluso, en este último está detenida la hija del dueño de Huawei, quien se dirigía a México cuando fue arrestada a petición de EU, al ser acusada de violar el embargo contra Irán.

De hecho, la pugna por la hegemonía entre China y EU ha subido de tono. Cuando Panamá trató de hacer negocios relacionados con la operación de su canal, se publicaron los Panama Papers poniendo la lupa en despachos y políticos panameños, lo que llevó a acusaciones de EU a que ese país lavaba dinero. Eso tiró el acuerdo con China. Después, algo similar pasó en El Salvador y se echaron para atrás, en 2019, de un macro acuerdo comercial y se modificó el gobierno.

En México, China Communications Construction Company avanza en un tramo del Tren Maya y también está modernizando la Línea 1 del Metro de la CDMX. Otras empresas chinas invierten en los parques eólicos de Yucatán, en el metro de Monterrey y en el trolebús de la CDMX. Y ni qué decir de los cerca de 30 millones de vacunas que han comprometido. Así, China, va ganando espacios, aunque nuestro principal socio comercial sigue siendo EU.

Esta será la primera vez que el gobierno de EU le dé a la 4T a elegir entre China o ellos. Para el caso Huawei, la posición que ha preparado la Secretaría de Economía es de no aceptar la propuesta estadounidense. No será un tema sencillo de procesar con EU, al ver amenazada su seguridad nacional. Muchos otros temas se pondrán en la balanza: apertura fronteriza, reglas de origen en vehículos, migración y cooperación. China, a la par, presionará con sus argumentos.

Si bien fue el gobierno de Enrique Peña Nieto el que autorizó que la banca y las empresas chinas fondearan la Red Compartida federal, es hasta ahora que se ha dado el despliegue de la misma cuando EU ha hecho patente su preocupación.

Le quedan semanas a la 4T para definirse. Ojalá fuera un tema que se pudiera patear. Quedaremos mal con alguna de las potencias mundiales. La 4T, que ha desmantelado la Subsecretaría de Comunicaciones, poco entiende del tema y de sus implicaciones, y en semanas se podría complicar como nunca la relación con EU. El gobierno de Biden viene de lo que se percibe como una derrota en Afganistán. Con seguridad no estarán dispuestos a tener otro revés. ¿Qué hará el Presidente de México, quien tendrá que tomar la última palabra?

 Twitter: @JTejado 

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